1. Durante la tormenta


    Fecha: 25/01/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Tengo una sobrina política de 18 años que trabaja y estudia cerca de casa. Mi esposa estaba de viaje y estaba solo unos días. Una tarde se desató una fuerte tormenta que colapsó toda la ciudad, Diana, asi se llama me llamó para venir a mi casa, pues el transporte estaba colapsado. Llego empapada y le ofrecí una toalla. Ella entró al baño y se duchó. Al salir la esperaba con un chocolate caliente y ví que solo vestía una toalla, pues toda su ropa estaba empapada. Tome esta y la puse a lavar y secar. Diana se metió en mi habitación y se arropó para ver qué pasaba en TV. La ciudad estaba totalmente colapsada y había varios derrumbes e interrupción del servicio electrico en varios sectores. "Creo que tendrás que quedarte", le dije y fuí a preparar cena diciendole que tomara ropa de mi esposa. Serví la cena y la llamé a cenar. Ella llegó con la toalla. La miré y ví lo hermosa que era. Rostro hermoso, senos firmes, lindo trasero que había observado muchas veces, y lindas piernas y pies. Su tez morena y su largo cabello negro y liso eran realmente hermosos. Mientras cenábamos la toalla se desprendió y pude ver sus lindos senos, Diana se enredó con la toalla y pude ver su pubis muy bien depilado. Se sonrojó, acomodó su toalla y me sonrió.
    
    Al terminar me di una ducha y al salir empezó a tronar. Me acosté y a los pocos minutos vino Diana y me dijo que tenía miedo a la tormenta y me pidió si podía dormir junto a mi. Accedí de inmediato y ella se metío conmigo bajo la colcha. Tronó ...
    ... muy fuerte y la luz se fue, entonces se pegó a mi asustada. Sentí su piel desnuda y vi que tenía frío, entonces, no se por qué me quité la camisa y el mono con el que dormía quedando completamente desnudo, y la abracé. Ella se pegó más a mi y empecé a besarla mientras mis manos recorrían lujuriosamente su cuerpo. Ella gemía quedamente de placer, así me dispuse a disfrutar plenamente aquel jóven y hermoso cuerpo sin ningún apuro. Despues de tocarla toda empecé a besar su cuello, senos, vientre, muslos, pantorrillas, pies, chupé cada uno de sus dedos. Diana ya no gemía quedamente, ahora gemía ruidosamente y jadeaba de placer, la voltee y bese su espalda completamente. Al hundir mi lengua en su ano gritó de placer, la levanté por las caderas y deslise mi lengua ensu vagina. Diana empezó a moverse eroticamente, la giré y la satisfice oralmente. Al acabar chillaba de gozo, así que continué suavemente y al poco tiempo volví a lamer su clítorix con deseo. Diana se vino por segunda vez, entonces me monté sobre ella y coloque mi pene en su vagina, mi bella sobrina me dijo que era virgen, como queriendo impedirlo, y le respondí: Mi vida, voy a curarte de eso e impulsé mi pene en su vagina suavemente. Tio, tio, dijo y me abrazó con lujuria besandome en la boca con deseo, empujé mi pene en aquella suave y mojada vagina. Mi pene resbaló suavemente, Diana dió un gritico y perdió la cabeza de deseo. Empecé a cogermela con lujuria, mientras Diana gemía ruidosamente de placer, viniendose casi ...
«12»