1. Anita de tus deseos (capitulo 7)


    Fecha: 21/01/2020, Categorías: Anal Autor: cleversex, Fuente: CuentoRelatos

    Como todas las mañanas temprano, papá tiene su polla en mi boca mientras yo, como siempre, le dejó hacer: la utiliza para que se le ponga dura. Después, o me pone a cuatro patas y me folla desde atrás o me pone bocarriba y lo hace mientras me besa los pies. He notado que le gustan mucho, por eso, nunca uso calcetines en casa y siempre los llevo al aire. Cuando salgo con él por la calle, procuro llevar sandalias con mucho tacón y si hace mucho frío uso zapato cerrado. Nunca uso medias: papá las odia, aunque cuándo vamos de viaje las usa para atarme.
    
    No soy activa en la cama, ni mucho menos: soy una sumisa total. Y lo soy, no por imposición de papá, lo soy por convencimiento: me encanta que me maneje cómo a una muñeca, y que haga conmigo lo que quiera. Todos mis agujeros son suyos y están a su disposición, y os puedo asegurar, que los usa y con profusión.
    
    Ahora estoy aquí, con la polla de papá en la boca mientras con el móvil deja instrucciones a su secretaria, cómo todas las mañanas. Después me penetra y me folla con furia, sabedor de que hasta media tarde no me va a volver a tocar.
    
    Ha pasado un año desde que papá y yo iniciamos nuestra relación de pareja. Ha sido un año muy intenso y estresante, y la verdad es que estoy hasta las tetas, pero ya ha acabado todo, y ahora, por fin tengo mucho tiempo libre para dedicárselo a papá. En este año nos hemos mudado a la nueva casa de Tres Olivos, he iniciado la carrera de Empresariales, he hecho un par de cursos de ...
    ... informática y empecé a ir a la autoescuela. Estamos a finales de junio, lo he aprobado todo y soy la flamante poseedora de un carné de conducir.
    
    Soy extremadamente feliz con nuestra relación de pareja, y sé que papá también. Aquí nadie nos conoce, y cómo papá y yo no nos parecemos físicamente en nada, nos hacemos pasar por marido y mujer. Seguro que hay algún comentario mal intencionado a nuestras espaldas sobre la diferencia de edad, pero la verdad es que me da igual, y a él también.
    
    Entre semana salimos juntos de casa: papá al banco y yo a la universidad. No regreso a casa hasta la noche, papá no quiere que estudie en casa porque si me ve por allí me mete mano y terminamos follando, por eso me voy a una biblioteca pública cercana y estudio allí.
    
    Nuestras rutinas sexuales no son cómo al principio ni mucho menos. Follamos a primera hora y después de cenar: y nada muy complicado o elaborado. Eso sí, los fines de semana tiemblan las pareces: no paramos.
    
    En cuanto al punto cuarto de las normas que me presentó papá y que firmé, lo he cumplido. Estoy siempre en torno a los 46 kilos, salgo a correr y hago un poco de musculación. Papá está encantado porque cómo ya conté, le encantan las mujeres muy delgadas. Muchas veces, cuándo me folla, pasa su mano por mi cuadriculado abdomen.
    
    Cuándo recogí las notas de la universidad y le di la buena noticia, salimos a cenar por el centro de Madrid. Previamente habíamos asistido a una representación de teatro: uno de esos dramones de ...
«1234...»