1. MIS AVENTURAS CON ELENA


    Fecha: 20/01/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Buenas tardes a todas y a todos. Después de haber leídos varios relatos muy interesantes y marchosos me he decidido a incluir el mio. Con una leve diferencia. Este relato es absolutamente real.
    
    Hace ya 3 años que vivo con mi esposa y estoy casado hace uno. Pero antes de irme con ella tuve algunas aventuras muy interesantes que ya iré contando. Esta que voy a relatar sucedió cuando yo tenía 44 y mi amiga 70. SI, 70 habéis leído bien.
    
    Quizá se pregunte como conocí a una mujer tan “mayor”. La cosa es sencilla. En una web de contactos sexuales. Yo vivía en el centro de Barcelona, y ella en el barrio de La Barceloneta. Después de varios emails para conocernos quedamos un día en Las Ramblas, para charlar y conocernos mejor. Aunque yo lo tenía muy claro. Si me daba la oportunidad me la follaría sin pensarlo. Algunos mas jóvenes o con menos experiencia pondrán cara rara pero no hay mayor placer que satisfacer a una mujer con tanta experiencia. No son niñas de 20, no señor.
    
    En cuanto la vi, me dije que tenia que ser mía, si o si. Elena, que así se llama, debía medir 1,60, quizá menos y pesaría unos 100 kilos. Para los hombres como yo una mujer así es irresistible. Al principio me dejó muy claro que solo quería amistad, pero yo le dije que lo que me interesaba era follar con ella. Que la amistad esta muy bien, pero un buen polvo mejor. La verdad es que de momento de dijo que no, pero con la boca pequeña. Como me conto después llevaba cinco años sin echar un polvo, pero ...
    ... como toda mujer de su condición desconfiaba de que yo fuera en serio. Con la de mujeres guapas que hay!, me dijo. Le di toda clase de seguridad y al final la convencí. Ella vivía en una casita al lado de la playa de La Barceloneta.
    
    En cuanto llegamos a su casa se desmadró por completo. Una de las ventajas del sexo con mujeres de su edad es su entrega. Piensan que cada polvo será el último, y lo aprovechan hasta el final. Salvo mi esposa, que es brasileña, no he conocido una mujer mas entregada. En cuanto fuimos al dormitorio se corrió una vez con solo acariciarla el coñito un poco. Pero me resistí a penetrarla, quería que me deseara más que respirar. Le di placer de todas las formas posibles, la lengua me ardía de tanto trabajar. Le metí casi la mano entera en el coño y se corrió tres o cuatro veces así, y después me pidió que la dejara dentro, cogió un poco de aire y volvió a la carga. Me pase casi una hora con mi mano metida entera en su coño. Cuando la saque, la tenia chorreante de tanto placer que le di. Cuando la deje agotada por fin, me toco el turno a mí. La tumbe en la cama boca arriba y la deja con la cabeza colgando fuera de la cama. Me puse de rodillas frente a su boca y le metí toda mi polla dentro. No quería correrme pronto así que la fui penetrando muy despacio, pero se la metía hasta la garganta. En dos o tres ocasiones casi la hice vomitar, pero no se levanto de la cama. Aguanto como una leona todas mis embestidas.
    
    Cuando estaba casi a punto, me retire y ...
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