1. Hacer el amor con Jude


    Fecha: 17/01/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Chris73, Fuente: CuentoRelatos

    Llevo veintiún años casado con Liz, pero Jude es mi amante fija, con ella estoy hace doce años, trabajamos juntos en el mismo centro. Mi esposa dice que una amante así es como un matrimonio viejo, sin encantos ni novedades, pero se equivoca; porque el sexo con Jude es cada vez más estimulante.
    
    Cuando estoy más de siete días sin follármela comienzo a ponerme nervioso, a pensar en ella todo el tiempo y me da por buscar pretextos para llamarla. Los primeros años era más fácil porque Jude era soltera y podía aparecerme en su casa a diario, almorzábamos juntos y el postre era siempre una intensa sesión de sexo. Recuerdo aún el reflejo en el espejo de su cuarto de nuestros cuerpos sudados danzando enlazados con un ritmo sincrónico. Ella alzaba sus piernas bien abiertas para regalarme toda la profundidad de su coño apretado y húmedo, el movimiento de su pelvis coincidía perfectamente con el tempo de mi excitación y casi siempre lográbamos un intenso orgasmo simultáneo. Después caíamos desmayados y hacíamos una pequeña siesta. Al despertar volvíamos a follar más relajados.
    
    Jude es una mujer bajita. Cuando empezamos tenía veintinueve años, pero hoy tiene cuarenta y uno. Tiene un pelo rubio muy rizado que lleva en una graciosa melena hasta los hombros. Sus ojos son marrones y están enmarcados por unas pestañas largas. No tiene una figura espectacular pero su piel es firme sin rastro de celulitis a pesar de su edad. Tiene unas tetas medianas y paradas con largos pezones que se ...
    ... marcan fácilmente bajo su blusa. Suele llevar vestidos cortos para mostrar sus muslos gruesos y bellas piernas, sus pies son pequeños y lleva siempre las uñas muy cuidadas, suele pintarlas de rojo intenso; la imagen de sus pies arreglados suele producirme un cosquilleo delicioso en la polla.
    
    Cuando viste shorts cortos su pequeño culo se muestra parado y duro. Tiene un coño regordete con la piel más oscura, depilado, que asoma como un bultico entre la raíz de sus muslos. Pero lo mejor de su coño es lo sensible que se comporta, al menos conmigo; lo he comprobado muchas veces, basta que la provoqué un poco, por ejemplo que la bese en los labios o que le diga cosas calientes al oído y cuando meto mi manos bajo su falda tiene el coño abierto y las bragas empapadas de un líquido transparente y abundante con un rico olor a sexo.
    
    Jude se casó hace unos cuatro años. Estaba embarazada de su futuro marido, fue un noviazgo relámpago, yo suelo decirle que me pegó los tarros con ese hombre, pero no la culpo, porque ella merecía formar su familia; además, nuestro sexo es tan bueno que es capaz de superar cualquier reto. Y así fue. Cuando regresó al trabajo, después de un año de maternidad, en la primera oportunidad que tuve la agarre por detrás y la recosté a la meseta del laboratorio donde trabaja, la besé en el cuello y levante su falda corta, saque mi pene y en un movimiento rápido corrí sus bragas y la ensarte en el coño, que a esa altura ya estaba empapado y listo para recibirme. ...
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