1. Invasión a la intimidad


    Fecha: 15/01/2020, Categorías: Confesiones Autor: johnsmith2347, Fuente: CuentoRelatos

    Me sentía mal por invadir su privacidad de esa forma, pero no podía evitar verla desnuda. La cámara que instale en el cuarto de visitas era muy discreta y de alta definición.
    
    Me encantaba ver como se enjabonaba y se tocaba los pechos, bien definidos. El jabón escurría por su cuerpo hasta llegar a su hermoso monte de venus para finalmente descender por sus piernas.
    
    Tampoco podía evitar ver como se tocaba en la intimidad y yo era parte de eso, aunque ella no lo supiera.
    
    Si pudiera describirla como persona solo puedo decir que amaba venirse. No encontraba otra explicación para que Sandy se tocara tan seguido.
    
    Casi todos los días, al llegar a casa Sandy se desnudaba dejándose solo las calcetas y ya estando en la cama, se abría de piernas y me mostraba su "flor" sin saberlo, dejando al aire sus dos pétalos rosados, listos para ser acariciados.
    
    Usando solo sus dedos humedecidos con saliva, comenzó a acariciarse la vulva y el clítoris de forma circular, despacio en un inicio, un poco más rápido después. Su respiración se agitaba al ritmo de sus caricias. Me pregunto en que estará pensando, seguramente en que está teniendo sexo con algún chico o chica, no lo sé.
    
    Su respiración agitada comenzó a convertirse en otra cosa, en gemidos, gemidos femeninos llenos de placer. Ahh, ahhh, ahhh, siii, ahhh... No dejaba de gemir al ritmo de sus dos dedos que se movían en forma circular ya sea por delante o a veces, por detrás de ella. Su placer era tal que en ocasiones ...
    ... levantaba la cintura, dejando al descubierto sus hermosas nalgas blancas.
    
    Sus gemidos eran cada vez más fuertes, Ahhh, ahhh, ahhhh. Sandy se estremecía. Estaba a punto de llegar al orgasmo.
    
    Finalmente, el momento tan ansiado llegó mientras varios microorgasmos la invadían, a tal grado que su vulva dejo escapar un líquido a cierta distancia de ella. Su tez se había sonrojado ante tal situación a pesar de que se encontraba sola. Sí, se había venido y muy rico. Su respiración comenzó a volver a la normalidad poco a poco mientras descansaba completamente desnuda.
    
    Al poco tiempo, se quedó dormida. Pude hacer acercamientos con la cámara a sus partes más íntimas. Era tan hermosa, pensaba dentro de mí, como quisiera acariciarle todo el cuerpo y comérmela a besos, especialmente esa parte que tanto le gusta acariciarse.
    
    Las semanas y los meses pasaban. Había aprendido a conocerla, a saber cuándo tenía apetito sexual, cuando estaba cansada o triste. Sandy iba evolucionando, pasó de experimentar torpemente con su cuerpo hasta ser toda una experta en excitarse, a tal grado que podía venirse en cuestión de minutos o de horas. Ella controlaba su cuerpo y no su cuerpo a ella. Me encantaba cuando se arreglaba para salir, tomaba sus cosas y salía de su cuarto para unos minutos después regresar, quitarse la falda, bajarse las bragas y comenzar a acariciarse la vulva. No le tomaba más que unos momentos venirse, volver a vestirse y salir.
    
    Con el tiempo las caricias dejaron de tener tanto ...
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