1. Tu brasier a cambio de que te la comas


    Fecha: 15/01/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: ErotikMente, Fuente: CuentoRelatos

    Siempre lo he pensado y muchas veces lo he comprobado, las cosas que de pronto ocurren sin hacer plan alguno, son las que más satisfacción nos van dejando y esa satisfacción pude ser demasiado intensa.
    
    Más vale que escriba este relato antes de que transcurra más tiempo y se vayan de mi memoria algunos detalles que podrían ser importantes.
    
    Apenas hace dos meses que la conocí, Sonia su nombre, colegiala, morena preciosa, delgada de cabello negro y largo, eso podía apreciar en las fotos que había compartido conmigo mientras conversamos en las redes sociales.
    
    La conversación del día previo era solo para ponernos de acuerdo, externar el deseo de que llegara la hora de estar por fin frente a frente, ver y comprobar lo que las fotos habían creado en nuestras mentes.
    
    Era siempre, sales de la escuela, caminas unas cuadras te sientas y yo llego y te busco. Si algo sale mal nos mandamos mensaje a través del celular
    
    Te encontré sentada, llegué por detrás, te salude, te pusiste de pie y ahi descubro que las fotos no habían sido suficiente para dibujar la perfección de tu trasero, tus piernas largas tu cintura pronunciada… todo se veía ideal.
    
    Sin darle oportunidad de pensarlo mucho la lleve al coche para que subieras el destino era desconocido, lo importante era estar tranquilos para conversar. Ella nerviosa, al final yo no dejaba de ser un desconocido que le dobla la edad.
    
    Lo que se me ocurrió fue manejar con rumbo a tu casa, ya que el tiempo disponible o era mucho. ...
    ... Ya un poco cerca de tus territorios estaba el cine, le pregunte a Sonia si quería ir y le resultó buena la idea. Sin saber cual película ver nos metimos, compramos el boleto para la película más próxima, los asientos, por supuesto los de la última fila elegidos por mi
    
    No era muy importante el tema de la película, a pesar de que fue hace unas cuantas semanas no puedo recordar cual era, pero recuerdo muy bien como decidí tomar el riesgo, robarle un beso al cual ella me correspondía, eso me dio pie a explorar un poco más. Buscar su cuello, ver y sentir su reacción, sentirla aunque nerviosa un poco curiosa de seguir experimentado sensaciones provocadas por mis labios y lengua que ya estaba explorando su oído.
    
    Sonia empezaba a excitarse su cuerpo me lo demostraba, su respiración agitada su disposición a seguir siendo tocada y acariciada por mis labios. No podía dejar de buscar con mis manos tocar su piel, entrar por debajo de la blusa, avanzando buscando esas tetas, esas tetas lindas pequeñas tiernas firmes… tan suaves al tacto tan deseosas de unas manos varoniles que las supieran tocar, no solo tocar, agarrar, apretar hacer sentir que un varón las desea y las hace suyas.
    
    De pronto ya Sonia estaba con la blusa debajo de las tetas, el brasier ya no le cubría más nada, literalmente la deje con las tetas al aire, mientras la besaba con más intensidad, siempre cuidado que nadie fuera a vernos o darse cuenta de o que hacíamos dentro del cine, aunque bueno solo había dos parejas ...
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