1. Deep blue sea (Parte 2)


    Fecha: 12/01/2020, Categorías: Lesbianas Autor: GoldenRosses, Fuente: CuentoRelatos

    La pantalla del robo era una chapucería, una distracción, lo problemático eran las cuentas donde se había transferido todo el dinero, imposibles de rastrear. Todas eliminadas y el dinero desaparecido, culpar a Ava resultaba demasiado evidente, se sentía como una burla directa y probablemente lo fuera. En cuanto a la señorita Brenner, sus pensamientos desembocaban en ella cada vez, estaba intrigada, quería saber mucho más y no tenía paciencia para esperar un informe.
    
    Tardó exactamente 30 minutos en resistir sus impulsos de buscarla, pero ya se había marchado, el portero del edificio le indicó que había salido 5 minutos atrás en dirección al metro. Buscó su dirección en la base de datos y condujo el Maseratti por las calles atestadas calculando que llegaría aproximadamente junto con el metro. No se equivocó, cuando giró en la calle hacia el modesto barrio con apartamentos antiguos y descuidados Ava cruzaba la calle hacia uno de ellos. No era el lugar donde una mujer que había robado millones estaría viviendo. Amanda se detuvo cuando ella entró al edificio y se apresuró en seguirla. El interior lucía igual de descuidado, las escaleras estrechas y desgastadas, no tenían elevador así que comenzó a subir, apenas había alcanzado el primer piso cuando escuchó una conversación.
    
    -¡Señorita Ava! Estuve intentando comunicarme con usted. El plomero ha venido porque su piso está inundado.- era la voz de una señora mayor, amable y preocupada.
    
    -¿Cómo? – la de Ava rayaba la ...
    ... desesperación –No puede ser.
    
    -Una tubería rota, llevará un par de días arreglarla, ya sabe cómo es.- por segunda vez en el día Amanda escuchó el mismo gemido ahogado, ahora se sentía doblemente culpable. Despedida y sin techo donde pasar la noche –Le he dicho que puede quedarse aquí mientras.
    
    -Oh no, no podría, usted está enferma, ya hace suficiente por mí, buscaré un hotel.- negó Ava más serena.
    
    -Pero, ¿y Sebástian? ¿Qué sucederá cuando deba trabajar?
    
    ¿Sebástian? Otra punzada de irritación llegó hasta Amanda, ¿quién demonios era Sebástian? ¿Un perro, un gato?
    
    -No se preocupe por eso, tendré tiempo de cuidarlo ahora.- la escuchó responder y subió los escalones necesarios para observar la escena sin ser vista.
    
    -Está bien, pero ya sabes que si necesitas ayuda puedes traerlo.
    
    -Lo sé, gracias. ¿Le importaría cuidarlo un poco más mientras recojo algunas cosas y busco un hotel?
    
    -No, en lo absoluto, ya sabes que me encanta tenerlo en casa.
    
    De pronto se escuchó un quejido y ambas mujeres desaparecieron en el interior del departamento. Movida por la curiosidad, Amanda terminó de subir y se asomó disimuladamente por la puerta abierta. La escena la dejó paralizada. Ava sostenía en sus brazos un bebé pequeño, de algunos meses, de cabellos castaños y con unos ojos verdes tan impresionantes como los de su madre. Porque no existía otra opción, tenía que ser su hijo y la expresión de ella hacia el pequeño era de puro amor y devoción. La rabia hacia quien la había inculpado ...
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