1. Memorias de un viejo putero - 1ª parte


    Fecha: 10/01/2020, Categorías: No Consentido Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... de un rato viendo la televisión, decidí acostarme.
    
    Ella se acostó un rato después, yo todavía no me había dormido. Entonces hizo algo que me sorprendió. Me bajó un poco el pantalón del pijama y me cogió la polla.
    
    -¿Qué haces? Me salió.
    
    -Nada, darle algo a mi novio.
    
    Comenzó a masturbarme. La verdad, no era una experta. No me daba mucho gusto, pero me sentía bien. Como le ponía ganas, le dije como me gustaba y le decía cuando acelerar o parar.
    
    Me quité la sabana de encima y dejé que siguiera meneándomela.
    
    Yo miraba mi polla mientras ella seguía y seguía. Después de un buen rato me corrí. El semen salpicó la sabana y ella pareció sorprendida.
    
    -¿Nunca has visto a un hombre eyacular?
    
    -No, nunca. ¿Eso es el semen?
    
    -Si, claro. Es con lo que se hacen los niños. Vaya, no sabia que fuera tan inculta en cuanto al sexo.
    
    -¿Te ha gustado?
    
    -Si, pero me gustaría mas, si pusiera mi pene en tu rajíta.
    
    -¿Quieres que hagamos sexo?
    
    -Pues si, llevamos ya tiempo juntos y las parejas hacen eso, ¿sabes?
    
    -Ya te dije que quiero esperar al matrimonio.
    
    -Pero todas las parejas lo hacen.
    
    -No sé. ¿Qué hay que hacer?
    
    -Yo te guiaré. Tu no te preocupes de nada.
    
    -Soy virgen.
    
    -Ya me lo suponía.
    
    -Bueno, si tu quieres, podemos hacerlo.
    
    Por fin me la iba a follar. Ya era hora.
    
    Tenia guardados unos condones por si acaso y saqué uno que tenia escondido.
    
    Nos besamos un rato y yo le toque la tetas. Ella parecía no excitarse. Después de un rato, bajé ...
    ... hasta su ombligo y mas allá, hasta su chochito.
    
    Le lamí todo y entonces ella si se excitó. Yo estaba duro y muy excitado, pero al ser su primera vez no quise correr.
    
    La abri de piernas y me dispuse a penetrarla. Ella me miraba con cara de susto.
    
    -No te preocupes, lo haré con cuidado.
    
    Había puesto una manta bajo su culo para que la sangre no manchara la cama. La penetré despacio, era la primera vez que lo hacia con ella. Ella gimió de dolor.
    
    La besé para que se excitara mas y entrase mas facil.
    
    -Tranquila, te dolerá un poco. Empujé mas y le rompí el himen.
    
    -Aaaaah. Gritó.
    
    -Tranquila, ya está, ha pasado lo peor. Ahora gozarás. Le dije.
    
    Me moví mas rápido, pese a la paja, estaba muy excitado y la bombee con fuerza.
    
    -Ah, ah, ah, gemí.
    
    Ella no hacia ningún sonido. Parecía que me estuviera tirando a un maniquí. Yo seguí con fuerza y gimiendo fuerte, ah, ah, ah, ah, ah.
    
    La cama temblaba con mis empujones. Yo me corrí con un grito, pero ella ni se enteró.
    
    -¿Te ha gustado? Le pregunté.
    
    -No sé, creo que no he sentido nada.
    
    Ese fue el principio del derrumbe de nuestro noviazgo. Pese a que lo hacíamos de vez en cuando, más por mi ganas, que por las suyas, acabé hastiado. Yo puro fuego y ella puro hielo.
    
    No éramos compatibles en la cama y yo cada vez acabé frecuentando mas el puticlub.
    
    Me follaba a Marta cada dos por tres, me gustaba un montón esa puta. Una vez le pedí incluso, que no se quitara el bikini negro. Le abrí la braguita del ...