1. La promoción de mi esposa


    Fecha: 24/06/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: bARACUNNATO, Fuente: xHamster

    Debido a una recesión económica empezaron a recortar personal en la empresa donde laboraba. No me sorprendió ser despedido; mi liquidación resultó más jugosa de lo que había calculado y un tiempo para descansar no me caería nada mal.Mi esposa tenía un trabajo estable. Apenas teníamos un par de años de casados pero aun no habíamos decidido tener hijos. Mi esposa es una mujer muy guapa, posee un cuerpo muy estilizado: tiene un par de hermosas piernas muy bien trabajadas por años de ejercicio, su cadera tienen las medidas exactas y sus nalgas duras y muy levantadas hipnotizan a cualquiera; mantiene una cintura muy justa y sus tetas son la cereza del pastel, redondas, suaves, ni tan grandes ni tan pequeñas… simplemente perfectas. Por mi parte soy un hombre de 38 años delgado, hace tiempo mantuve una rutina de ejercicio y gimnasio lo cual me permite verme atlético a pesar de no ser un jovenzuelo.Acomodarme en un buen trabajo me había resultado más difícil de lo que imaginé. Los gastos empezaron a ajustarnos la soga al cuello y la única solución era que mi esposa pidiera un aumento o una promoción.El nuevo jefe de mi esposa era un junior hijo de papá que había heredado el puesto más por nepotismo que por meritocracia. Lo conocí en un evento. Era joven y, tengo que admitirlo, también muy atractivo. Rondaba los 27 años, era algo engreído y cínico. Vestía ropa de marca muy bien combinada y escogida para hacer más evidente que pasaba horas en el gimnasio. Los pantalones abultaban sus ...
    ... nalgas, las camisas ajustaban perfectamente en su cintura, brazos y pecho. Años atrás no hubiese sido competencia para mi.Mi esposa, Dana, me había comentado que tenía una buena relación con su jefe, Daniel, a pesar de su personalidad y que incluso constantemente la felicitaba por el buen desempeño que realizaba… y otras veces por lo bien que se veía. Aprovechando esa situación mi esposa propuso invitarlo a cenar y ganar algunos puntos para pedirle un asenso. Su jefe aceptó y el fin de semana siguiente cenaría en nuestra casa.Mi esposa se arregló para la cena, usaba un conjunto de falda con blusa y tacones; yo pantalón, camisa y corbata. Esperamos a su jefe que llegó casi puntual. A diferencia, el jefe de mi esposa vestía botas, jeans, una playera cuello “V” tinta y un saco de color claro. La cena transcurrió sin grandes notoriedades, un poco de charla de trabajo, risas, anécdotas y un poco de historia.Noté que cuando mi esposa se paraba, Daniel su jefe, aprovechaba para verle el culo. No era muy cauto, poco disimulaba al hacerlo y esa actitud me causó una sensación de efervescencia morbosa. Yo disfrutaba al observar a Daniel mirar a mi mujer. Propuse seguir con la conversación en la sala y cuando nos levantamos de la mesa tiré la bebida a propósito y mojé a mi esposa Dana. En un mar de disculpas le rogué me perdonará y le pedí se cambiará sugiriendo usara algo más cómodo. Después de que subió le mandé un mensaje a su móvil con la frase “Juguemos con él. Sedúcelo, provócalo. ...
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