1. Olor a caramelos


    Fecha: 06/01/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me despertó el calor agobiante, la sensación de estar atrapada por las sabanas húmedas de 31transpiración, por la ventana el sol de verano me invitaba a saltar de la cama y por más que luchara para volver a mi mojado y dulce sueño ya estaba despierta y con la sensación de excitación clavada más abajo de mi vientre.
    
    Cuando por fin pude poner los pies en el suelo su frio me recorrió desde las plantas de los pies hasta la nuca haciendo que la piel se me erizara, pude sentir la tensión punzante de mis pezones como si rogaran que alguien los mordiera, lamiera y tocara. Sin duda eso marco mi día.
    
    Abrí el armario en busca de algo cómodo y fresco, descarte la ropa interior y opte por una blusa blanca pequeña que se cerraba con un nudo por debajo de mis pechos haciéndolos ver turgentes y redondos, así como lo hacían los volados de mi pollera terminando justo donde empiezan mis muslos.
    
    Estaba dispuesta a caminar para despejar mi mente y calmar la excitación pero al abrir la puerta y sentir el calor chocándome directo desistí de la idea y me subí al taxi más próximo.
    
    El olor a chicle y caramelos mezclado con el aire acondicionado fue reconfortante, me acomode en el medio cerca de su hombro, podía sentir su olor y el deseo pellizcándome, cuando pidió indicaciones solo pude decir -Necesito pasear".
    
    Pude notar su asombro y una sonrisa enmarcada por una linda barba con la que me encantaría frotarme, hacia juego con sus ojos, brillantes llenos de picardía, su espalda y pecho ...
    ... grandes al igual que el ancho de sus hombros, sus manos cuadradas y de aspecto pesadas.
    
    Estaba completamente hipnotizada deseando que me rozara, manoseara y llegara muy profundo.
    
    A medida que dejábamos calles atrás, mi imaginación acrecentaba mis deseos y excitación. Me invadió la necesidad de aire frio, muy frio. Me incline hacia delante dejando que mis pechos casi rozaran su brazo para pedirle que suba el aire acondicionado , su mirada estaba clavada en mi escote y cuando la ráfaga de aire se intensifico deje caer mi cabeza hacia atrás acompañada de un involuntario gemido de placer, los pezones se endurecieron tanto que sentí que iban a traspasar la suave tela, me incorpore y pude verlo mordiéndose los labios -Necesitas ayuda?- sin dejar de mirar mis pobres tetas aprisionadas contra mi blusa.
    
    Me deje llevar por el delirio y con un hilo de voz casi implorando -Por favor. Solo podía sentir los latidos de mi sexo humedeciéndose y mis pezones rogando atención.
    
    Deje atrás todos los ruidos del exterior, el auto se detuvo y en menos de 5 segundos estaba sentada a horcajadas sobre él. No me equivoque era grande y fuerte por donde lo mires.
    
    La respiración se le corto en el momento en que mis piernas lo rodearon y con sus manos firmes apretando mi culo guiaba mis muslos desde la altura de su pecho, pasando por su estómago hasta ubicar todo mi sexo contra su miembro, ya completamente duro y empujando la tela de su pantalón.
    
    Recosté mi espalda sobre el volate, desanude ...
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