1. Las cosas no son tan sencillas


    Fecha: 30/12/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Como muchos viernes, estábamos en el piso de Marta y Cesar, yo, Pedro y mi mujer Carmen, mientras mis dos hijas y su hija estaban jugando, cuando Marta hizo una propuesta dirigiéndose a mi mujer.
    
    - ¿Porque no nos vamos tu y yo de minivacaciones a la casa que los padres de Cesar tienen en la costa
    
    La empresa donde Marta y mi mujer trabajaban, estaban en temporada baja e incentivaban para que los trabajadores tomaran vacaciones durante estos meses, y se daba la circunstancia que nuestras hijas, que iban al mismo colegio, dentro de 3 semanas estarían de excursión con el colegio durante toda una semana, saldrían el lunes por la mañana y volverían el viernes por la tarde.
    
    Marta continuo:
    
    - Como que estamos fuera de temporada la casa esta vacía, y con el tiempo que hace hasta podríamos ir a la playa, aunque sin bañarnos, ya que el agua del mar estará muy fría. Serian unas “maravillosas minivacaciones”. Podríamos salir, el lunes después de dejar a las niñas y volver el viernes a tiempo, para recoger a las niñas.
    
    Los padres de Cesar tenían una casa en un pueblo de la costa que alquilaban a turistas, era una casa de pueblo acondicionada para el turismo con piscina y todas las comodidades.
    
    Mi mujer contesto:
    
    - Pero y Pedro, y Cesar se quedarían solos.
    
    Marta:
    
    - Ya son mayorcitos, y si quieren venir, que vengan. Yo no pienso renunciar a unas “maravillosas minivacaciones” sin niños.
    
    Cesar:
    
    - No se si me dejaran tomar unos días de vacaciones, aunque creo ...
    ... que si, ahora la cosa esta muy parada.
    
    Yo:
    
    - yo no podre, hoy hemos recibido un pedido súper-urgente.
    
    Y dirigiéndome a mi mujer, añadí:
    
    - de hecho me pasare parte del fin de semana trabajando. Es lastima ya que estas ultimas semanas estábamos mano sobre mano, y me habrían dado días de vacaciones encantados.
    
    Note que tanto ella como Marta quedaron sorprendidas y contrariadas por mi respuesta. Recuerdo que pensé que ellas esperaban que yo las acompañara. De hecho hacia unos días que Carmen estaba algo rara, y en este momento supuse que ellas habían estando planeando la salida.
    
    Mi mujer añadió:
    
    - Si Pedro no puede ir, yo no iré.
    
    Yo intente de convencerla para que fuera, había pasado una época mala cuando perdió su trabajo y no lograba encontrar otro. Se pasaba el día deprimida. Hasta que un día, en una reunión de padres nos encontramos con Marta y Cesar. Marta era una antigua amiga de Carmen, que vivían en una ciudad vecina y se habían trasladado a la nuestra, para estar mas cerca de sus respectivos trabajos. Eran del mismo pueblo y hasta la adolescencia eran inseparables. Luego la familia de Marta se marcho del pueblo donde vivía Carmen, y poco a poco fueron perdiendo el contacto. Marta al saber la situación de Carmen, y como que en su empresa quedaría una plaza libre de una compañera que se jubilaba, se las arreglo para que contrataran a Carmen. Carmen y yo mismo estábamos muy agradecidos con ellos, y la amistad que nació entre nuestras hijas afianzo una ...
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