1. Una familia muy normal - XVII


    Fecha: 27/12/2019, Categorías: Incesto Autor: sayago19, Fuente: SexoSinTabues

    Mariana se sentó nuevamente en la cama, tomé una silla y Lidia ocupó una almohada para acomodarse en el suelo, cerró brevemente los ojos y prosiguió con su historia:. "Si recuerdas Ernesto no tuvimos fiesta de 17 años, nos fuimos los cuatro de viaje, nos sorprendió un poco a Ana y a mí que nos acompañara nuestra Madre, sobre todo después de un año de divorcio. Nos hospedamos en un suite de un hotel en Puerto Vallarta, contaba con frigobar, cocineta, sala con pantalla plana y dos habitaciones con cama matrimonial. Fue un día normal, como de vacaciones en familia, estuvimos en la playa, la alberca, fuimos al pueblo a curiosear, comimos en el mercado, regresamos al hotel, nos bañamos, mientras mi padre iba por una copa, mi hermana y mi madre a caminar, yo fui al spa y pregunté si había masajistas disponibles (estaba nerviosa y quería distraerme un poco). Para mi fortuna la respuesta fue afirmativa y me condujeron a una cabina cuyo único mobiliario eran: una camilla de masaje, un perchero, dos sillas y un pequeño mueble con toallas. Entra una chica como de 20 años, guapa, con buen cuerpo sin ser exuberante, viste un bikini azul agua (color institucional del hotel) y un pareo floreado atado en la cintura. “Soy Janeth, ¿es la primera vez que tomas un masaje?” “Hola Mariana y si, será mi primer masaje ¿se me nota?” “no, solo es para saber si ya conoces nuestras opciones” “¿cuáles son?” “relajante, a dos y cuatro manos; especial, a dos y cuatro manos, pero puede ser con masajistas ...
    ... mixtos o del mismo género” “¿también hay masajistas hombres?” “claro, y no solo las mujeres toman masajes aquí” me dice con una sonrisa pícara “ o ¿buscas algo especial?” pregunta guiñándome un ojo “solo relajarme, estoy un poco nerviosa e impaciente” “¿a dos manos está bien?” “si” “por favor desnúdate y sube a la camilla en posición boca abajo. ” Obedezco, mientras me desprendo de mi playera, short e interiores, Janeth pone una sábana blanca sobre la camilla, coloca dos toallas en una de las sillas (en la otra pongo mi ropa) y espera a que suba. Me coloco tal como lo indicó y con rapidez cubre mi trasero con una toalla, la escucho frotar las manos y me llega un olor a flores. Siento sus manos hacer girar mis pies, estimular su panta, dar un breve masaje a cada uno de los dedos, rotarlos, amasar los músculos de mis pantorrillas y muslos, después con mucha delicadeza les pasa por encima (muy despacio y apenas tocando mi piel) la yema de sus dedos. “si, estas un poco tensa, seguro que cuando llegue a tus hombros lo voy a notar aún más; ¿te pasa algo?” “si” me detengo un momento antes de continuar “hoy va a ser mi primera vez con un hombre” “¿en serio?, felicidades; espero que sea con alguien que te guste y ames” “si, gracias, y si lo es” (y si supieras quien es tal vez te escandalizarías, pienso sin decirlo) “de hecho él espero hasta que tuviera 17 para tomarme” “que lindo detalle, eso ya casi no se ve; ahora la mayoría quiere encamarte desde la primera vez que te ve” Sus manos ...
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