1. Perdiendo mi virginidad


    Fecha: 26/12/2019, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Fuí de vacaciones a la hacienda de mi familia, un día conocí a Humberto, un peón negro enorme. No se por qué ese hombre me atrajo tanto, era un negro mandingo, de piel muy oscura, y muy alto, y musculoso. Tenía treinta y tantos años, mientras yo era una adolescente rubia delgada, de 17 años.
    
    Empecé a ir cada día al lugar donde Humberto trabajaba, solo para verlo, y evidentemente él notó mi interés por el y empezó a conquistarme. Fue muy discreto y caballero, eso me gustó mucho.
    
    El sábado fui a una cascadita de una quebrada de la hacienda. Sabía que no había nadie y me desnudé completamente para bañarme. Me metí bajo la cascada y al salir vi a Humberto mirandome fascinado. No supe que hacer y le sonreí. El empezó a desnudarse y lo miré extasiada. Su cuerpo era bellísimo, y su sexo enorme. Sentí que mi boca se secaba al verlo acercarse. Entonces me abrazó y beso ardientemente en la boca. Era algo con lo que había fantaseado mucho, y lo abracé por el cuello y respondí a sus besos. Humberto empezó a tocarme, me acostó sobre una roca lisa y allí me dio 2 intensos orgasmos con su boca. Nunca antes había sentido un orgasmo y aquello me encanto. Ví que separaba mis piernas y colocaba su sexo en mi vagina. Miré fascinada, viendo ...
    ... como iba deslizando su enorme sexo en mi cuerpo. Le dije que era virgen y me dijo que lo mirara a los ojos. Su mirada era muy intensa, excitante. De pronto sentí un dolor punzante y di un grito de dolor, y aquel poderoso miembro se hundió hasta la base. Me dolió mucho, pero enseguida explotó dentro de mi un nuevo e intensisimo orgasmo.
    
    Humberto empezó a cogerme con lujuria y yo perdí la cabeza. Gemía y gritaba de placer acoplando mi cuerpo al suyo, pronto tuve otro orgasmo, y poco después otro, pero esta vez el tuvo el suyo y acabamos juntos besandonos, apretandonos, y jadeando de placer y fatiga.
    
    Humberto me mantuvo abrazada, besandome con ternura y diciendome que le gustaba mucho. Pronto copulabamos por segunda vez.
    
    Era tarde y me dijo que nos fueramos, pues podrían extrañarme en casa. Mientras ibamos me dijo que quería hacerme el amor bajo las estrellas, por lo que esa noche me entregué a él 3 veces más a campo abierto sobre una lona.
    
    Cada día de mis vacaciones tuve sexo con él, y por supuesto quedé embarazada, pues lo deseaba tanto que solo al verlo cedía y nunca pensé en protegerme.
    
    Después de una crisis familiar me vine a vivir a la hacienda y me case con él.
    
    Nuestra hija, Selene nos da la felicidad total 
«1»