1. La vuelta de Sekou


    Fecha: 24/12/2019, Categorías: Gays Autor: elalcalde, Fuente: SexoSinTabues

    Suena el teléfono. - Sí… dígame. - Hola, putita. El corazón me da un vuelco, el estómago se me encoge y el culo se me abre cuando reconozco la voz de Sekou. - ¿Sekou? - El mismo, putita. Estoy unos días por Madrid y he pensado que tal vez quieras polla… - Uffff… Sekou… ahora no puede ser. Tengo pareja. - ¿Y antes no? Cuando te conocí también la tenías. - Pero no es lo mismo… ahora es distinto. - Venga, putita. ¿No te apetece verme? - No puede ser. Ni tengo dinero ni la situación es la misma. - Seguro que algo tienes para tu Sekou… Venga, ven a verme. Tengo ganas de follarte… - No puede ser. No puede ser. - La tengo bien dura esperándote… - Que no, Sekou, que no puede ser… - Te doy media hora para que me llames. Seguro que encuentras algo para poder disfrutar un poco. Aún me acuerdo de cómo gritabas, putita… Cuelga. Jesús me mira no sé si intrigado o divertido. - Te has quedado impactado con la llamada. ¿Ese Sekou es el negro del que me has hablado? - Sí. - ¿No se había ido a Francia? - Sí. Pero dice que va a estar unos días en Madrid. - Y quiere verte. - Sí. - ¿Y te apetece? - ¡Joder, Jesús, no me jodas! - Venga, cariño, que todos hemos echado nuestras canitas al aire… - ¿Has follado a otros estando conmigo? - Pues sí, un par de veces… amigos antiguos. ¿Tú no? - Pues no. Obvio a Dita y a Malena. - Pues si te apetece, a mí no me importa. En serio. Una canita al aire recordando viejos tiempos. - No tengo dinero, Jesús. Ya lo sabes. Ni ganas. - Lo del dinero no es problema. ...
    ... Puedes coger lo que quieras del cajón. Las ganas ya son cosa tuya. Pero creo que deberías darte el capricho. Me quedo en silencio. Finalmente me decido. - ¿Quieres que le diga que venga? - Como más cómodo estés tú. Si viene, me puedo ir a tomar unas copas con los chicos. Devuelvo la llamada. Sekou me reconoce por el número. - Hola, putita. ¿Quieres? - Sí. - Al final has encontrado algo para Sekou. - Sí, pero solo te puedo dar 100 euros. - Los vas a disfrutar, ya lo verás. - ¿Vienes a casa? - Claro. ¿Cuándo estás sola? - Cuando quieras. Eres un regalo de mi marido. - ¿Ah, sí? Vaya, vaya. ¿Él también quiere? - No, no… - ¿Y quiere mirar? - Eso no lo sé. Si quiere mirar, que mire. Y si no, se irá… - Hmmmm… me gusta. Dame una hora. - Perfecto, te espero en una hora. Te doy la dirección. Le doy la nueva dirección. Jesús ha estado atento a la conversación y espera que le confirme. - Viene en una hora. 100 euros, ¿te parece bien? - Sí. Es razonable. - Si quieres te puedes quedar. A Sekou le gusta que le miren… - No. Le veo llegar y cuando empecéis me voy. - ¿De verdad que no te importa? - Claro que no. Si no, no te lo hubiese dicho. Anda, prepárate un poco. Me doy una ducha y me pongo una camiseta larga y un tanga. Recojo la habitación para que no quede nada por medio. Jesús me ve trajinar y me suelta algún cachete cariñoso cuando paso a su lado. - Estás apetitoso. Le respondo con una par de besos. Apenas termino, suena el timbre del portero automático. Jesús lo atiende. Es Sekou. - Ya ...
«123»