Mi padre, el mejor amante - Relatos Eróticos

Mi padre, el mejor amante

Hola me llamo Tere, tengo 19 años soy morena pelo largo, ojos verdes y mido 1,62. delgada y piel tostada. Os contaré lo que me está ocurriendo en estos momentos.

Desde que mi madre decidiese dejarnos a mi padre y a mi, la vida en mi casa a cambiado mucho. Antes solo se oían discusiones todo el dia entre mis padres. Ahora la casa a recobrado la paz, la armonía y la felicidad. Soy una chica muy atractiva, me gusta vestir con ropas sugerentes, pero lo hago porque me gusta mucho coquetear, la verdad es que siempre he sido muy femenina. Llevo con mi padre viviendo sola desde hace año y medio y lo que os voy a contar comenzó hace unos diez meses.

Todo comenzó un viernes por la noche, yo como siempre estaba con mi camiseta larga por casa, sin nada más que mis braguitas debajo, lo había hecho siempre en casa, no le daba importancia, pero lo cierto que llevaba algún tiempo dándome cuenta que mi padre me miraba de forma extraña. El tiempo que llevaba sin mi madre, no había estado con ninguna mujer, al menos eso me decía a mí. Fui a calentar una pizza para cenar juntos mientra veíamos una pelicula, al volver vi a mi padre que no me quitaba ojo mientras ponía la mesa, cuando me agachaba el me miraba por el escote de mi camiseta, tengo unos pechos grandes como mi mamá. Pero soy delgadita de cintura y una cadera sugerente. 96-58-90. Sí, los chicos dicen que estoy buenísima...bueno a lo que iba, que tras mis paseos para ir a por las cosas para la cena, mi padre solo me miraba. Yo me ...

... di cuenta que lo hacía pero no me importó, en cierta manera, por alguna razón me sentía que debía hacerlo. El estaba solo ahora y yo era su hija. Así que si le alegraba la vista tampoco tenía especial importancia. Cuando fui a por los vasos, pensé que debía ir un poco más allá. Hoy le haré que se sienta bien, pensé. Me senté a su lado cruzando las piernas, mi padre casi se atraganta, me hizo gracia y le quite con una de mis uñas largas, una pequeña miga que tenía en la comisura de su boca. Mi padre se quedó serio mirandome fijamente, pero seguimos comiendo. Al terminar mi padre casi se había bebido todo el vino que traje, yo también había tomado un par de copas. Lejos de sentarme en otro lado, me quedé a su lado, me incliné sobre el y comencé a hacerle carantoñas, el parecía reacio, como si no quisiese que le hiciese nada, pero yo continue haciendole cosquillas y pellizcandole la cara. De repente ante mis constantes arrementidas con mis tetas en su pecho mi padre perdió el control y me abrazó con tanta fuerza que me sentí inmovil por completo; metió su lengua en mi boca, me pareció deliciosa, caliente y húmeda. Le correspondí al instante, sin saber muy bien porqué hacia eso. Me entregué a la lujuria sin pensarlo y en segundos me vi completamente desnuda; mi padre no pensaba tampoco, estaba absorbido por la desesperación de tener una chica joven para el. Se volvía loco, quería lamerme, acariciarme, follarme...todo a la vez. Después delante mia se desnudo tan deprisa que en solo ...