1. El calvario de Luciana (11)


    Fecha: 22/12/2019, Categorías: Fetichismo Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    La arquitecta había abandonado su casa matrimonial para mudarse a un departamento de dos ambientes que tenía para alquilar en su inmobiliaria. Lo rento y se instaló allí después de convencer a su hija, que quería irse a vivir con ella, de que era conveniente que permaneciera junto a su hermano en la casa de la familia. En su desesperada y enfermiza pasión por Emilia necesitaba estar sola para poder moverse con tranquilidad en ese sentido.
    
    Esa noche, en tanto Graciela cenaba a desgano en su nuevo hábitat, Emilia recibía en el saloncito al cliente programado en la agenda: el empresario de la carne Víctor W, que no ocultaba su ansiedad por gozar de Luciana. Bebió apresuradamente el café y luego comenzó a frotarse nerviosamente las manos mientras hablaba con la proxeneta.
    
    -Vamos a ver, señor Víctor, ¿cumplió usted con lo que le pedí? ¿mantuvo bien llenita la mamadera?
    
    -Me costó, mi estimada, pero he cumplido y le aseguro que ardo por hacérsela tomar a su putita hasta la última gota.
    
    Emilia sonrió satisfecha pensando en Luciana tragando toda esa leche y luego, advirtiendo la impaciencia del hombre, llamó a Luisa para que lo guiara hacia la habitación.
    
    La jovencita estaba tendida de espaldas en la cama, desnuda a pedido del cliente, a punto de adormecerse y abrió los ojos cuando escuchó el sonido de la puerta al abrirse. El hombre, al verla, agrandó los suyos al máximo por el asombro y la impresión de comprobar que esa putita era en persona aún más bella que en ...
    ... las fotografías. Luciana dejó de mirarlo y el hombre se fue acercando a la cama despacio, para después sentarse en el borde. Allí aspiró con fuición el aroma de las esencias que emanaba de la chica y que Luisa usaba cuando le hacía tomar la ducha diaria. Mientras devoraba con sus ojos ese cuerpo increíblemente perfecto, ese rostro tan sugestivo, esa boca de labios carnosos y en ese instante entreabiertos, llevó su mano lentamente a las tetas de la putita y comenzó a acariciarlas para después ponerse a jugar con los pezones, que pronto advirtió duros entre sus dedos. La respiración de Luciana se volvió agitada y esto hizo que el hombre experimentara una profunda satisfacción. Su mano descendió con lentitud mientras la jovencita gemía con los ojos cerrados. Cuando por fin la mano llegó al objetivo, el cliente emitió una risita:
    
    -Jejeje… estás caliente, ¿eh, perrita?
    
    -Soy una perrita en celo para mi placer y el placer de todos los hombres y mujeres con quienes estoy… -dijo Luciana repitiendo la letanía profundamente alojada en su conciencia, y el hombre se excitó aún más. Sabía de las prácticas usadas por Emilia con cada una de las hembritas que atrapaba para convertirlas en animalitos serviciales, y mientras hundía sus dedos en esa concha empapada sintió que la verga se le iba poniendo cada vez más dura.
    
    -Bueno, a trabajar, putita, parate y desvestime, primero los zapatos y las medias. –ordenó y Luciana, programada para obedecer, salió de la cama y se arrodilló ante el ...
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