1. WENDY Y LOS 20 000 PESOS (FINAL)


    Fecha: 22/12/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Como recordarán en mis anteriores relatos, tuve un extraño viaje por el mundo lésbico en su más insana expresión, mi aventura con Rosa, la horrenda mujer que intentó chantajearme y sometió a terribles vejaciones, empezó a hacerme cuestionar si en realidad yo era una verdadera lesbiana, y no quiero confundirles, no me sentía orgullosa de eso ni de nada que hubiera hecho hasta entonces, pero la dura experiencia con Rosa comenzó a alejarme de la idea que yo tenía de ese extraño mundo, a decir verdad me asustó un poco, era el principio del fin, pude sentirlo cuando cierto día se apareció por ahí y sin previo a aviso Gerardo, el maldito interno que me había condenado a la ignominia y a quien yo culpaba en parte por mi desafortunado destino, se presentó cínicamente en casa de doña Laura y me pidió arreglar las cosas, me pidió perdón y en el colmo del descaro tuvo la calma de pedirme que lo intentáramos de nuevo, mi reacción fue menos violenta de lo que yo imaginé, yo misma estaba sorprendida de mi sangre fría, lógicamente lo mandé al demonio, pero lo hice de una forma tranquila y calculada, le expliqué que nada era posible entre él y yo porque ya no había nada que pudiera darle o desear de él, asimismo le dije que ya estaba en una relación (lo cual era relativamente cierto) y que era feliz así Se marchó muy triste para no volver jamás pero algo dentro de mí se removió con su presencia, me di cuenta que aunque mantenía una relación carnal con otra mujer, la verdad eso no contaba ...
    ... como una relación de pareja, yo no amaba a Wendy en el sentido romántico y seguro que ella tampoco a mí, todo era puramente mecánico y sexual, nada más, pero Wendy no estaba mentalmente capacitada para ser una pareja, me di cuenta que yo extrañaba eso, una persona con la que compartir sueños, miedos, cariño, además de solo el sexo, y Wendy nunca podría darme eso, tal vez me precipité en mi decisión de ser lesbiana porque no podía considerar a Wendy como una mujer en el estricto sentido de la palabra, pues la pobre ni siquiera podía hablar, mentalmente era solo un ser humano muy disminuido, no había afecto en lo que tenía con ella, no había abrazos, no había caricias, regalos, detalles, palabras dulces, y no podía culparla por no poder proporcionármelo, obviamente los encuentros sexuales con ella fueron muchísimos, nos llegamos a coger hasta 5 veces en un solo día, pero no me llenaban en ningún sentido, poco a poco dejaron de calentarme y después de casi un año de vivir en esa casa, empezaron a cansarme, yo era la amante de Wendy, pero ella no era mi amante, claro que amaba a Wendy pero no como se ama a una pareja, seguía teniendo sexo con ella pero solo porque me necesitaba, porque la hacía feliz, esa pobre criatura me necesitaba y merecía ser feliz aunque yo no lo fuera, pero Wendy no estaba capacitada para satisfacerme, con ella ni siquiera tenía la necesidad de fingir orgasmos, Rosa me había adentrado al mundo de los dildos, así que para no quedarme a medias cuando tenía sexo ...
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