1. CON SUS PECHOS APOYADOS EN EL CRISTAL DE SU VENTANA


    Fecha: 12/12/2019, Categorías: Lesbianas Autor: isabela, Fuente: RelatosEróticos

    ... completamente pero de él también me dejaba ver la parte de abajo de su seno que era carnoso y grueso.
    
    Mientras tenía cubiertos sus senos, jalaba hacia arriba el costado de su tanga para dejar descubiertas por completo su cadera y su cintura. Entre sus piernas separadas despuntaba su sexo cubierto por su tanga y a los costados quedaban desnudas sus entrepiernas, esas entrepiernas jugosas de las que se desprendían sus muslos bien formados y hacia arriba se formaba una zona intima lisa y perfecta que daba paso a su vientre esbelto, de piel firme en el que se elevaban hacia arriba los delgados costados de su tanga. Una mujer con una zona intima por demás excitante.
    
    Yo acudí con mi mano a tocar esa su zona intima, encajaba su tanga en medio con mis dedos metiéndola en su raja, podía sentir su humedad como salía encima de la prenda íntima, a medida que iba metiendo más mis dedos entre sus pliegues vaginales encima de la tanga ella se inundaba de placer y deseo, su delicioso aroma impregnaba mis dedos, sus muslos se sentían calientes, casi y sentía como se cerraban esos muslos mientras movía las entrepiernas.
    
    Ella no aguanto más su excitación y liberó sus senos, los dejo libres para que yo tomara uno de sus pezones con mi otra mano y comenzara a jalar su pezón, a la vez ella se puso a besarme intensamente en la boca, ...
    ... otra demostración de la enorme excitación que sentía, y no era para menos, yo tenía una de mis manos jalándole uno de sus pezones y mi otra mano dedeando su vagina encima de su braga rosa.
    
    Su seno era enorme, cuando abrí mi mano para tocarlo todo, apenas y me alcanzaba la mano, pero como me gustaba sentir lo redondo que estaba en toda la palma de mi mano y mientras rozaba ese su seno, podía sentir como se iba hacia arriba ese su pezón en medio de mi mano, era algo realmente excitante sentir ese pezón tan dócil que se dejaba llevar y seguía el movimiento de mi mano sobre su pecho. Luego pase a su otro pecho, también se los acaricie poniendo mi mano encima y fui acariciando por todos lados hasta llenarme la mano con esa piel tan firme, como ese pezón oscurito y tan despuntado.
    
    Tan redonda era su teta que mi mano resbalaba con facilidad de su redondez y así fue a dar a su abdomen, por ahí seguí un sendero que me llevaba por el centro hacia abajo, mi mano continuaba resbalando por ese abdomen tan bien definido y esbelto. Continuara…
    
    Este relato es parte de mi último libro digital “EL CLUB DE LAS BRAGAS ROSA” que lo distribuyo gratis a través de correo electrónico, las interesadas en leerlo completo sólo deben pedírmelo a: isabela.4102@gmail.com
    
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