1. Made in italy


    Fecha: 12/12/2019, Categorías: Jóvenes Autor: infernii, Fuente: RelatosEróticos

    ... entre sus labios, hasta el fondo, dejándola unos segundos dentro de su boca mientras me acariciaba el tronco con su lengua, se había tragado mi polla unos segundos mas tarde me di cuenta que no hacía falta marcar el ritmo, y me la comía con una maestría propia de una verdadera experta. Mientras succionaba, chupaba y se tragaba mis cojones, noté como mis manos rodeaban sus pezones y magreaba ese apr de pechos. Tenía los pezones endureniendose, Gio tiene unos pechos duros y turgentes, de un tamaño que apra mi es la perfección. Lamía mi polla desde la base y subió dando besos y pequeños lengüetazos hasta llegar a la punta donde daba unos pequeños besos. En una de las primeras subidas acariciandome y besandome mi erecto mastil, fue cuando la cogió con la mano y bajó mi pellejo para dejar al descubierto mi capullo. Tras esto empezó a dar ligeros y rápidos lengüetazos con la puntita de su lengüita justo en el frenillo. No podía creer lo que me estaban haciendo esa italianita. Se notaba que no era su primera vez. Tenía una técnica increíble. Yo ya no deseaba más que se metiera la polla en la boca. Si no, me iba a correr solo con eso. Me controlaba para no correrme pero finalmente no aguanté, me corrí de forma impresionante, necesitaba liberarme como agua de mayo después de las horas que llevaba escuchándola, en ningún momento se retiro, llene su boca, sus labios, su cara entera con mi leche, en ese momento me dijo que aun no había sido mala, que eso había sido un simple preludio ...
    ... de lo que quería hacer esa tarde, palabras mágicas.
    
    así fue, nos tumbamos en la cama, Gio y yo nos fuimos besando y acariciando primero suavemente, pero poco a poco con mas pasión, fui recorriendo con mis labios desde su cuello poco a poco bajando por sus pechos, quitando poco a poco la ropa que llevaba, besando y acariciando su precioso cuerpo, sus preciosas tetas, bajando hasta llegar suavemente a su barriga, mientras mis dedos recorrían sus costados suavemente, casi sin tocarla, hasta que llegue a su entrepierna, tenía un olor a coñito fresco que me pone como loco, sin quitarla aun el tanga, fui dando suaves besos, mordisquitos y caricias alrededor de su zona genital, por sus muslos, levantando un poco su tanga para darle lametazos en su vagina que ya estaba completamente húmeda, Gio estaba gimiendo, no esos gemidos fuertes tipo película porno, sino ese tipo de gemiditos que son suaves pero continuados, al poco como una bestia, empecé a chupar y a chupar ese coñito tan sabroso, relamiendo, succionando su clítoris. Entonces, ella no aguantó más y empezó a suspirar y hacer ruiditos cada vez más fuertes, empezamos a masturbarnos el uno al otro, fui de nuevo hacía sus pezones y comprobé que al lamerlos, comerlos, besarlos, retorcerlos, pellizcarlos, Gio se retorcía de placer, hasta el punto que tuvo un orgasmo dulce, el momento era lo suficientemente excitante que mi pene empezó a llenarse de sangre otra vez y estaba preparado para cualquier tipo de penetración, me coloque ...