1. Confesiones de Laura. Mi perverso amante 10


    Fecha: 11/12/2019, Categorías: Confesiones Autor: Gala_eros, Fuente: CuentoRelatos

    ... yo solo observaba todo, mi tío y el conversaban animadamente, la mujer llego con una bandeja, dispuso en la mesa una botella de vino, copas, refrescos y algo de comida, de inmediato nos sirvió vino a todos, al estar llenando mi copa la mire a los ojos y ella de inmediato desvió la mirada, seguramente era un mandato de su amo, ellos siguieron platicando, la mujer en postura de perrita se recargaba en el regazo de su amo, quien sujetaba la cadena de su collar, atenta a cualquier mandato de su amo.
    
    —ponte de pie zorra —le dijo el señor, ella de inmediato se puso de pie.
    
    —quítate el vestido —ella desato el cintillo de su delantal se lo quito dejándolo caer al suelo, fue deslizando su vestido hacia abajo muy lentamente, eternizando el momento mostrando su cuerpo lentamente, dejo el vestido en el suelo, de dos pasos salió de él, mi tío y yo no le quitábamos la mirada de encima, yo tratando de aprender de ella pues se ve que su amo la tenía bien amaestrada, su hermoso cuerpo quedo expuesto ante nosotros, no pude evitar turbarme ante su belleza.
    
    —ofrécete perra, deja que te toquen —ordenó el señor ella se acercó a nosotros quedando de pie, mi tío y yo nos pusimos de pie, el de inmediato llevo sus manos hacia sus pechos me ordeno tocarla, yo con temor lleve mis manos a sus pechos acariciándola levemente, mi tío pellizco sus pezones, colocándose detrás de ella dejándome el frente a mí, yo la acaricie suavemente viajando mis manos por su espalda a sus nalgas, mi tío la ...
    ... abrazo desde atrás atrapando con una mano un pecho y la otra acariciando su concha.
    
    Después de un rato de explorarla mi tío me ordeno quitarme el vestido, así lo hice adoptando la misma postura de ella, quedando igualmente expuesta, el señor se dirigió hacia a mí, empezó a explorar mi cuerpo con sus manos, pellizco y azoto mis pechos observando mis reacciones, creo quedo complacido conmigo, me tomo de la cintura haciéndome inclinar hacia adelante, observo mi cuerpo y zas, comenzó a darme nalgadas una tras otra yo sentí las carnes de mis nalgas vibrar y arder, mi tío estaba dándole el mismo tratamiento a la mujer en nalgas y pechos alternadamente, cuando terminaron de darnos nalgadas, el señor se puso de pie a un lado de su mujer, ella de inmediato se arrodillo él la tomo del collar.
    
    —camina perra, vamos al cuarto de castigos —ella comenzó a caminar en 4 patas a un lado de su amo, nosotros solo los seguimos.
    
    La habitación estaba repleta de artefactos para juegos sexuales, la pared lucia grilletes, argollas, látigos, una cruz de madera con grilletes, jaulas, etc. Muy parecida a una mazmorra de la época de inquisición, iluminada por antorchas un escalofrió recorrió mi espina dorsal, haciendo que mi piel se pusiera chinita, llegamos a una mesa de centro con unas correas de cuero, el señor se puso a un lado y le ordeno a su mujer se subiera, ella se subió así en 4 patas en esa postura se colocó el señor la sujeto con las correas, se paseó lentamente por la habitación tomando ...
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