1. Un regalo que logró el efecto esperado


    Fecha: 05/12/2019, Categorías: Sexo con Maduras Masturbación Hardcore, Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Era otro día más en la oficina; pintaba ser aburrido y rutinario. Había llegado temprano, demasiado temprano tal vez y ya había encendido mi computadora y chequeado mis mensajes…Me levanté para ir a buscar un café expreso a la máquina. Entonces me crucé con dos de los socios principales del Estudio, que venían hablando de sus fieles esposas y de sus respectivos viajes por las Europas.Pude notar que los ojos de ambos se iban detrás de mi culo, bien delineado perfectamente debajo de una falda ajustada a mi cuerpo.Me senté y conté hasta diez, antes de mandar todo al carajo.Otro de los socios más jóvenes se acercó a hablarme y a insinuarse como siempre. Yo había pasado un fin de semana sin pena ni gloria; es decir, sin que mi adorable marido me cogiera…Entonces jugué con ese hombre como cada vez que se me acercaba, mostrando interés en la estupideces que me decía.Un rato después fui al baño; sentía mi tanga algo humedecida; pero decidí dejármela puesta; no me provocaba incomodidad, pero sí un cierto morbo.Me quité el corpiño, dejando que mis tetas quedaran libres dentro de la blusa blanca, casi transparente. Sabía que mis pezones se traslucirían y quedarían visibles bajo esa delgada tela.Regresé a mi asiento y esperé que volviera a asomarse ese socio joven. Enseguida notó que yo ya no llevaba el corpiño.Me balanceé hacia adelante, para provocarlo un poco más todavía.Lo miré a los ojos y le pregunté si se encontraba bien. El tipo se puso colorado y farfulló algo, para luego ...
    ... desaparecer de mi vista por unas cuantas horas.Un rato después un cadete de mensajería trajo un paquete, que extrañamente era para mí.Abrí el embalaje y no me sorprendió encontrar adentro un juguete; uno de esos que utiliza baterías alcalinas para durar más…Recordé que había pedido uno por correo hacía bastante tiempo; pero nunca me había llegado...El resto del día transcurrió como me imaginaba, de manera bastante aburrida, casi tediosa.Mientras me preparaba para huir de mi escritorio, volvió a aparecer el socio joven, David; quien haciéndose el simpático, me dijo que era mi última oportunidad para aceptar su invitación a cenar afuera.Pensé que mi adorado esposo todavía tenía para rato en su propia oficina y entonces, sin notar que mi guardia estaba un poco baja, acepté la propuesta de este jovencito.Un poco de compañía agradable no me venía nada mal.De repente el juguete rabioso se salió de su caja y fue a parar a los pies de David. Algo risueño lo levantó y me lo devolvió en silencio.Terminamos comiendo unas hamburguesas en un boliche cercano. La cerveza era artesanal y muy buena.David me preguntó por ese juguete enorme que había visto en mi escritorio, pero logré convencerlo de que lo había recibido por correo y que seguramente se trataba de un error y no era para mí.Insistió con el tema, pero le cambié la conversación…Le pregunté directamente cuándo había cogido por última vez y me contestó con sinceridad que ya ni siquiera se acordaba.Terminamos esa cena liviana y enfilamos en ...
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