1. Sara Enseña al Primo de su Novio


    Fecha: 02/12/2019, Categorías: Voyerismo Masturbación Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    -Eric, ya tienes tu bebida. ¿Dónde estás? -Voy, primoEl jardín de Hugo estaba radiante. Las flores de verano alumbraban las esquinas y la parra ascendía del suelo a lo alto del porche. Hugo miraba, tras las oscuros cristales de sus gafas de sol, el mar. Siempre agradecía que su casa estuviera frente a la playa, rodeada de vegetación y anchas praderas. Esperaba tranquilo, sentado a cubierto del sol y con una cerveza sobre la mesa. Se pasó la mano por el pelo, acariciándolo. Estar en bañador, con una cerveza y a veinte metros de una playa era un lujo.-Aquí estoy. Estaba apagando la Play Station.¿La Play? Hugo frunció el ceño. Deberías apagarla durante el resto del verano. Aquí tienes playa, sol, montaña y cerveza. Solo te queda buscar una amiga y... a disfrutar.-Sí, claro. Y ya sabes que no me gusta mucho la cerveza.Eric era tímido. A sus 18 años no había gozado de suficientes oportunidades para explorar la buena vida. Vivía en Madrid, en un barrio burgués frío, de edificios altos y sabor a asfalto y tráfico. Y cuatro árboles esmirriados. Y no tenía amigas. Como cualquier adolescente, se dedicaba a exprimir los videojuegos y a perder el tiempo en las redes sociales con sus amigos virtuales. En septiembre comenzaba la universidad, y estaba aprovechando un par de semanas del verano para visitar a su primo.Bajo la sombra que la parra proyectaba en el porche, los dos primos conversaban.-¿Preparado para la universidad?Eric vaciló. -Sí. Bueno, no lo sé.-Te esperan unos buenos ...
    ... años. Harás amigos, vivirás grandes momentos.-¿Eso crees? No sé si podré disfrutarlo. Son situaciones nuevas, gente que no conozco... No sé si estoy preparado.Hugo miró a su primo. Le faltaba atrevimiento, empuje. El chico tenía cualidades: era buena persona, gran estudiante y tenía ganas de experimentar nuevas sensaciones. Pero le faltaba valor. La timidez y la falta de experiencias vitales lo hacían inseguro. Sería una pena que desaprovechara sus primeros años de independencia y juventud.El motor de un coche resonó en la puerta del jardín. Los dos primos dirigieron allí su mirada y esperaron.-Hola, chicos.Sara abrió la puerta y entró al jardín. Se acercó al porche y sonrió a Hugo.-¿Aquí nadie se ha bañado?Eric observó a la chica. La piel tostada de sus brazos y piernas lucía con fuerza. El pelo recogido en una larga trenza y unas gafas de sol de pasta amarilla aportaban carácter a su cara, y la camiseta blanca ajustada dejaba a la vista un canalillo profundo y visible. Envidió a su primo. ¿Sería capaz de disfrutar de una mujer así algún día?Pasaron el mediodía sentados, hablando mientras tomaban el sol y comiendo lo que Hugo había preparado. Después, el sueño comenzó a desafiarles. Sara se levantó.-Me voy a dormir un rato.Con voz melosa, tres cervezas en el estómago y mirada juguetona, se perdió de vista. Su novio siguió su rastro hacia el interior de la casa. Ya en la habitación, el primo de Eric reflexionaba en alto.-El chico tiene que ganar seguridad. No sé, parece tan ...
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