1. Conociendo al señor Manuel VIII


    Fecha: 12/09/2017, Categorías: Anal Sexo con Maduras Autor: dbeni72, Fuente: xHamster

    Estaba plácidamente dormida, cuando un ligero ruido me despertó. Abrí el ojo, y algo de claridad comenzaba a asomarse por las rendijas de la persiana semibajada. Miré a mi lado, y el señor Manuel roncaba. Ambos estábamos completamente desnudos, como habíamos caído tras la primera vez que me hacía sexo anal.De pronto me situé, el sonido era que mi marido que había regresado de su jornada nocturna de trabajo. El corazón se me salía del pecho, miré hacia la puerta. y allí estaba José mirándonos como dormíamos desnudos. Me hizo un gesto de silencio con el dedo, y yo me levanté con sigilo de la cama y realmente nerviosa. Mi marido me agarró de la mano, y con mucho cuidado de no hacer ruido, me llevó a nuestro dormitorio. Sin mediar palabra, se acercó a mi cara, y me dio un beso lento y húmedo, mientras sus manos recorrían mi cuerpo desnudo. En cuestión de segundos se había ido despojando de su ropa, mientras continuaba besándome y acariciando y agarrando todas las curvas de mi cuerpo.Me tumbó sobre la cama, y muy bajito me preguntó:- ¿Qué tal fue la noche? Ya veo que habéis quedado exhaustos en la misma cama.- Mientras una sonrisa picara llenaba su cara, y su mano acariciaba mi entrepierna, y su delicado dedo se deslizaba sacando mi humedad.- Anoche hice algo nuevo con Manuel...Los ojos de José se abrieron aún más, pidiéndome una explicación más completa.- Anoche hicimos el amor, y le hice jugar con mi sexo y mi ano, y me puse tan cachonda, hasta que me corrí, y luego él me ...
    ... penetró con su enorme polla sin ninguna resistencia, llenando mi vagina de su semen.- Ummmmmm. ¡Qué pena no haberlo visto en persona! ¿Así que tocó tu culito con sus dedos y se corrió dentro de ti?- Me decía mientras su dedo penetraba mi sexo, haciéndome estremecer, y poco a poco bajjaba besando mi cuerpo y lamiendo mi clítoris y sexo, para volver a subir por mi cuerpo hasta besarme en la boca.- Sí, pero también hubo una segunda parte.Los ojos de José se quedaron muy abierto mirando los míos, mientras me susurraba.- Cuéntame todo, por favor, que me tienes a mil.- Avanzada la noche, fuimos al baño a limpiarnos, y volvimos a la cama para que supiera lo que era hacer sexo anal, aunque tuve algo de miedo de que me hiciera daño.- ¿Y qué pasó? ¿Te dolió?- Pues increíblemente me abrí como nunca, y sentí su miembro duro como entraba en mis entrañas con dulzura, quedando dormidos tras unos momentos que no sabría explicarte por la naturalidad que hubo.José me miró, se puso de rodillas en la cama; su pene estaba firme como el mástil de un barco. Mojándose un dedo en su boca, lo llevó a mi culito, entrando ligeramente sin ninguna resistencia. Bajó la boca a mi sexo, mientras su dedo estaba en mi parte trasera jugando con suavidad. Mi corazón se aceleró, y mi respiración iba tomando fuerza mientras su lengua sabía como llevarme a un estado cada vez de más excitación. Estaba perdiendo el sentido, cuando de pronto noté como su boca bajaba hasta ver como su lengua sustituía a su dedo en los juegos ...
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