1. CATHERINE


    Fecha: 17/11/2019, Categorías: Transexuales Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    CATHERINE Había llegado a San jerónimo con un bagaje de ilusiones, a mis treinta años había decidido aceptar una jugosa oferta laboral y empezar una nueva vida. En parte quería escribir mi futuro empezando de cero, un proyecto de vida ambicioso, con posibilidades de progreso, en una ciudad que crecía a ritmo vertiginoso cimentada en un poderoso cordón industrial. Por otro lado, deseaba borrar mi pasado, necesitaba olvidar la amargura del engaño de la que imaginaba como al amor de mi vida, hacía un par de años que sospechaba de la infidelidad de Raquel, mi esposa, hasta encontrarla y verla con mis propios ojos en mi cama con otro tipo. El comienzo fue duro, solo, completamente solo, sin familia, sin amistades, en un lugar desconocido. La conocí una mañana por casualidad, tomé el ómnibus de línea como hacía todas las mañanas, había algunos lugares vacíos y otros ocupados, por aquí, por allá, ella atrajo de inmediato mi mirada, estaba sentada contra una de las ventanillas, semidormida, cabeceando inconscientemente en un sueño que no terminaba por envolverla, me senté a su lado con sumo cuidado de no molestarla. Tenía una apariencia centroamericana, de piel morena, labios carnosos y provocativos, y una endemoniada cabellera enrulada, un jean ajustado y una remera un tanto holgada dejaban imaginar un cuerpecito de perfecta armonía, sus pechos saltaban con el movimiento del ómnibus y atraían mi mirada. Sobre sus muslos llevaba unas carpetas sobre las cuales depositaba sus manos ...
    ... llenas de anillos, con llamativas uñas rojas esculpidas a espejo. En un momento, los movimientos y su estado de inconciencia se combinaron para que las carpetas fueran a parar al piso y se despertara sobresaltada, rápidamente la ayude con sus cosas y ella me lo agradeció con un acento que o hacía más que confirmar su origen, más adelante me enteraría que Catherine había nacido en Panamá, pero en ese momento no pude arrancarle muchas palabras, apenas sonrisas y monosílabos tratando de esquivar mis improvisadas adulaciones. Al llegar al predio de facultades, ella pidió permiso y la vi alejarse, con un rico perfume y una silueta que lucía aún mejor de lo que había imaginado. Me quedé ciego ante tanta belleza y día tras día subí al ómnibus con la esperanza de encontrarla, pero una y otra vez me quedaría con las ganas. El destino volvería a encontrarnos, tuve que ir al predio de facultades a validar unos estudios a pedido de la empresa donde trabajaba y ella iba caminado bajo una larga arboleda que rodea los edificios, con una pollera azul a media pierna que resaltaba un culito más que sugerente, aceleré el paso hasta ponerme a la par, la saludé, ella pareció no recordarme, pero poco a poco entablamos un diálogo, ella se negaba rotundamente pero al menos fui más que satisfecho con el número de su celular agendado. Así empezamos, fuimos a tomar unas copas, Catherine estaba sola, no tenía familia, estudiaba medicina y tenía una beca universitaria que le alcanzaba para alquilar un ...
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