1. Llegó mi prima Roxana


    Fecha: 23/06/2017, Categorías: Incesto Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... pija a mi culo y a mi concha, primo.
    
    Fui detrás de ella a la habitación Tenía un culo grande y era ancha de espaldas. Su cintura era normalita. Veía sus nalgas ir de un lado al otro: " Pin, pan, pin, pan..." Y mi verga, latía: "Tic, tac, tic, tac..."
    
    En la habitación, frente a una coqueta con espejo, me dijo:
    
    -Vamos a jugar a policías y ladrones. Yo soy la ladrona, tú eres el policía. -se apoyó con las dos manos el la coqueta y abrió las piernas- Cachéame y busca la droga.
    
    Le eché las manos a las tetas y le apreté los pezones.
    
    -¿Dónde escondes la droga?
    
    -Usa tu imaginación.
    
    Le azoté las nalgas.
    
    -¿En el culo o en el coño? ¡No me hagas coger la porra!
    
    -¡Qué miedo!
    
    -¡¡Plas plas plas!!
    
    -¡¿En el culo o en el coño, perra?!
    
    -Huele y come, perro.
    
    -¡Plas, plas, plas!
    
    -¡Aquí la perra eres tú!
    
    -¡Dale más fuerte a la perra!
    
    Después de darle fuerte con las palmas de mis manos en sus nalgas, le lamí en coño. Subí por el periné y le follé el ojete con la punta de mi lengua.
    
    -¡Ahí, ahí, ahí me gusta, sigue, sigue! ¡¡Drógate!!
    
    Le follé el culo con mi lengua hasta que ella acarició su clítoris con tres dedos de la mano derecha. En ese momento acerqué mi verga a su ojete y se la clavé hasta el fondo. Entrara sin dificultad. Le encantaba que le diera por culo. No paraba de gemir. La volví a nalguear casi sin fuerza.
    
    Al rato, cuando le llené el culo de leche, se frotó con más rapidez y sentí caer en el piso de la habitación el jugo de una ...
    ... corrida que hacía que temblase y jadease como una posesa.
    
    Al acabar y quitársela del culo, se dio la vuelta, me besó y me dijo:
    
    -Tus manos estuvieron bien, pero eché de menos el cinto.
    
    -¿No te entiendo?
    
    -Ya lo entenderás. Tenemos unas visitas que hacer.
    
    -Tenemos.
    
    La aldea a la que íbamos quedaba a unos quince minutos en mi Mercedes. Nada más enfilar el camino me sacó la polla y la comenzó a menear y a chupar. Cuando íbamos por una pista forestal, me dijo:
    
    -Sal de la pista y métete en algún ramal.
    
    Cogí un ramal a la izquierda y paré entre unos pinos. Roxana se levantó la minifalda. No llevaba bragas. La metió en el coño y me folló suavemente, después, puso mi polla lubricada con sus jugos en la entrada de su ojete y besándome la clavó hasta el fondo.
    
    Le encantaba el sexo anal. Al rato, me decía:
    
    -No te corras aún.
    
    Me folló con su culo y rozó su clítoris contra mi pantalón... De repente se detuvo, me miró. Cerró los ojos de golpe y exclamó:
    
    -¡¡¡Me corro!!!
    
    Estaba acabando conmigo. Sentí como se estremecía. Su lengua y sus labios apretaron mi lengua, su culo mi polla y su coño puso perdido mi pantalón. La corrida fue increíblemente larga, ya que tuvo un orgasmo anal y tras él otro clitoriano.
    
    Al acabar y ver el estado de mis pantalones, no nos quedó más remedio que volver al hotel. Allí me dijo Roxana:
    
    -Quítate los pantalones que te los voy a lavar. Los ponemos encima de la calefacción y nadie se entera de lo que pasó.
    
    Me quité los ...