1. Un buen masaje para mi cuñada


    Fecha: 31/10/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: FrancisJavi, Fuente: CuentoRelatos

    Todo comenzó, cuando mi computadora se descompuso en pleno semestre, le comenté a mi madre de comprar otra, ya que salía muy caro el repararla, a lo que ella me dijo, que por el momento no se podía, que si era urgente le pidiera prestada la suya a mi hermano, el cual vive a solo unas casas de la nuestra. Mi hermano tiene solo un año mayor que yo y está casado con Margarita (1.55 de altura, de complexión media cabello chino, ojos claros, piel blanca y con unas nalgas que no tienen idea) mi cuñada. Un día ella llegó a mi casa, cansada después de su trabajo, me comento que se sentía muy cansada, que si por favor le hacía piojito.
    
    Lo primero que pasó por mi mente fue no tiene nada de malo, a lo cual accedí, nunca la había visto como mujer hasta ese día, al tenerla tan cerca recostada boca abajo en mis piernas con una almohada de por medio pude observar su cuerpo de espaldas, lucía un pantalón el cual le quedaba ajustado debido a su enorme trasero y una playera polo roja, poco a poco sintiendo su suave pelo chino, el olor que ella desprendía y poder observar sus nalgas sin que se diera cuenta, me excitó de una manera que nunca imaginé.
    
    Las cosas se repitieron con lo mismo unas cuantas ocasiones más, después le comente que le daría un masaje que yo era bueno dándolos, a lo cual accedió, solo en la espalda y con su playera. Entre nosotros comentábamos que si lo que hacíamos estaba mal, a lo cual nos respondíamos que no estábamos haciendo nada malo, hasta que el día llego, ...
    ... le dije que su playera me molestaba, que se la subiría, que de cualquier manera tenía el brasier, su piel era de una suavidad increíble, mis dedos jamás habían sentido tal sedosidad, lo cual solo me excitaba demasiado. Ella me dijo que se sentía rara, me dijo que sintiera su corazón, y puso mi mano en su pecho, pude sentir como su corazón latía aceleradamente, le dije que yo me sentía igual, que al verla me ponía muy nervioso, no dijimos nada solo nos observábamos, nos acercamos lentamente y de pronto, ya estábamos besándonos apasionadamente, sus labios eran tan dulces y cálidos, que sentía que los míos se derretían en los suyos.
    
    Comencé a tocar su cuerpo, sus pechos, sus nalgas, sus piernas, su rostro, la lujuria nos envolvía a ambos no podíamos detenernos, nos detuvimos un par de ocasiones pensando que lo que hacíamos estaba mal, pero pronto lo olvidábamos y seguíamos con lo nuestro. Ese día no paso de un agasajo, pero supe que a partir de ese momento no importaba como, pero la haría mía.
    
    Como lo desee, el día de cogerme a mi cuñada llego, me encontraba en la casa solo llegando temprano de la uni, nos habíamos puesto de acuerdo para llegar temprano. En cuanto nos vimos nos besamos como unos enamorados deseosos por mostrarse su amor, nos desvestimos y por primera ocasión pude admirar su cuerpo desnudo, ella se sentía avergonzada de si, creía que estaba gorda y fea, le comente que estaba loca, que tenía un cuerpo fantástico y que no tenía nada de que avergonzarse. La ...
«123»