1. Nuestra amiga argentina y el pendejo (02)


    Fecha: 19/10/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: dantraloco, Fuente: CuentoRelatos

    ... yo se que cuando estoy así, me empiezo a calentar enseguida)
    
    Llego a su casa, y nada , el pendejo ya estaba al palo, me parte la boca, nos matamos con esos besos en que la baba empieza a salir de la boca y las lenguas llegan ¡hasta la garganta!, me lleva hasta el sofá y me sigue besando mientras sus manos ya estaban debajo de la pollera (por eso me fui así, porque eso me calienta y mucho) y yo sentía esas manos de bebé, como tocaban mis muslos, mi cola, él se saca la camisa y no pude dejar de comerle a besos ese lomito marcado que tiene.
    
    Le empecé a besar todo, todo de a poco, hasta llegar a su cintura, le desabroché el pantalón hasta encontrar esa hermosa pija que tiene que de a poco se la empecé a acariciar, ahí si, lo deje bien caliente, porque me tome mi tiempo hasta empezar a chupársela, primero se la acariciaba, mientras lo miraba y le daba muchos besos, hasta que no di mas y me la puse en la boca, yo de rodillas como una puta entregada a solo dar placer, el en el sillón, y se la chupe un buen rato, hasta que solita me subí arriba de el y me la clave en la concha y empecé a saltar a gemir y le decía: “así te gusta pendejo” “siiii, segui guacha”, me decía: “¡segui asi!”, y claro un pendejo lleno de leche no tardó mucho en acabar ¡y yo tampoco!
    
    Agarramos la ropa y nos vamos a su cuarto, pero esta vez fue el que me empezó a besar y a acariciar, empezó por los pies y no le quedo parte de mi cuerpo sin besar, ni acariciar, empezó, por mis pies, siguió por mis ...
    ... piernas, donde me las beso por largo rato, por lo que yo cada vez las abría más para sentir sus besos, mientras yo solita me acariciaba mis tetas, demostrando lo que me gustaba lo que me hacía, hasta llegar a mi conchita que me la empezó a comer, yo puse mis piernas sobre sus hombros, y le empujaba cada vez más la cabeza para que sintiera bien mis jugos, estaba re mojada y gimiendo, pero gimiendo mucho de placer, me encantaba lo que me hacía, el solo me la besaba, me metió la lengua hasta que le acabe en su boca, mientras me la chupaba explote en mi segundo orgasmo, mis piernas temblaban, no me importaba demostrarle lo caliente que estaba con lo que me hacía, y que pensara de mi lo que quisiera.
    
    Siguió, llego a mis tetas, me las besaba y yo con mi mano le agarraba esa pija hermosa que ya estaba re parada, me pongo de costado, me la pone en la conchita, que con lo mojada que estaba entro muy fácil, me bombeo un par de veces, la sacó e intento por la cola, lo tuve que ayudar un poco, pero no me importo, incline bien una de mis piernas para arriba (¿me explico?) hasta que entrara bien y ahí se puso re loco, yo me daba vuelta, le decía: “¿así te gusta bebé?, siiii, así quiero que me cojas bien por el culo, dale pendejo”, le decía yo: “¡rómpeme bien el culo!”, y me la metió como una bestia, esta vez no fue tímidamente, me hizo doler, y ese dolor después fue placer hasta que acabamos los dos juntos de nuevo.
    
    Nos quedamos un rato más en la cama los dos en bolas acariciándonos, como ...