1. Cadenas en el cielo


    Fecha: 18/10/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Nagore M., Fuente: CuentoRelatos

    Querido Mario:
    
    Te escribo esta carta para pedirte perdón… Perdón por no seguir a tu lado…
    
    Después de esas miradas al atardecer, de nuestros labios jugueteando en las esquinas de cada calle, de los abrazos sinceros tras una discusión y de las delicadas caricias que me profesabas…
    
    Años de felicidad absoluta a tu lado… hasta que un día, parecía como si no existiese, dejaste de amarme, de abrazarme, de acariciarme y hasta de mirarme…
    
    Sucumbiste a esa droga llamada alcohol, que corría por tus venas… como el veneno de una víbora, rápido y mortal; abandonando la vida, llenando de locuras tu cabeza, perdiendo el control como si de un salto al vacío se tratase.
    
    Yo, trataba de agarrarte, pero el peso era demasiado insoportable y fatigoso para mí, cada vez iba cayendo más y más contigo en tu más absoluta desesperación. Hasta que un día… Ibas demasiado ebrio para saber lo que estabas haciendo… o eso creo yo, sino ¿por qué me ibas a hacer esto si me amabas? Aún sigo pensando que fue un ataque de locura… bueno… uno tras ...
    ... de otro…
    
    La primera vez fue tan solo un pequeño susto, un grito, una llamada de atención, un ataque de agresividad… nada importante…
    
    Pero… cada vez fue peor… sangre y lágrimas… eran lo único que corría por mi cuerpo día a día como parte de mi existencia, seguían las preguntas sin respuesta, el aumento de la desesperación, pero te amaba y no podía dejarte, no podía dejar que te alejases de mí, ni yo de ti; sabía que estabas enfermo, que no eras tú…
    
    Hasta que un día… no podía más, paliza tras paliza, las marcas y los moratones que dejabas en mi cuerpo cada vez eran más dolorosos, cada vez me sentía más débil, pero no podía irme de tu lado, no quería… no debía… intenté cruzar la puerta para asustarte a ver si así, pero… agarraste del cuello… enloquecido me zarandeaste y tras empujarme contra las escaleras, recibí un golpe en la cabeza, tan fuerte que mi débil cuerpo no pudo soportarlo…
    
    Siento… que te he dejado, que te he abandonado… que te he olvidado porque… realmente me amabas… Mario.
    
    Te quiero...
    
    Susana 
«1»