1. Me gustan las embarazadas ¿por qué?


    Fecha: 18/10/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: cuand0, Fuente: CuentoRelatos

    No sé por qué, te juro que no sé por qué me calientan tanto las minas embarazadas.
    
    Lo supe cuando mi mujer quedó embarazada por primera vez, no dejaba de cogérmela, me calentaba tanto que no la dejaba tranquila, se me paraba la pija a cada rato de solo mirarla, y a la noche a la hora de dormir el solo roce de una pierna me ponía loco, a veces la despertaba casi con la pija adentro desde atrás. Por supuesto ella feliz, los dos tenemos una química única que siempre funcionó, pero embarazada es explosiva.
    
    Digo esto porque tuve oportunidad de cogerme otras minas, por el solo hecho de hacerlo y no desaprovechar oportunidad, pero eyaculaba pronto o no se me paraba con tantas ganas así que perdía el entusiasmo y volvía a ser marido fiel.
    
    Lo cierto es que mi mujer sabe lo mucho que me calienta, y juega con ello, es extremadamente puta, y le encanta coger, pero... ya tenemos dos niños, el menor de 2 años, así que nuestra frecuencia e intensidad no es la misma, atrás quedaron esos días desenfrenados de coger dos veces por día, una lástima.
    
    Estos dos años, miraba cuanta mina embarazada caminaba, se me van los ojos, mi esposa bien lo sabía y se moría de celos, pero también sabe que es más fuerte que yo.
    
    Mala suerte la mía, la niñera, a quien nunca miré con ojos de quererla coger un día me dice que está embarazada.
    
    - Pero ¿cómo? no se te nota.
    
    - Es que solo son dos meses señor, todavía no se nota, hasta ahora solo he ganado peso -lo dice y con un gesto, insinuando que ...
    ... le crecieron las tetas.
    
    - Jaja, son cosas que pasan. Le digo (¡Por dios que nunca la había mirado! de repente estaba allí, dos hermosas tetas bien disimuladas en un pequeño escote, ¿dónde estuve estos dos meses que no me di cuenta?)
    
    - Bueno espero que te cuides, y decime todo lo que necesites, ... y ... una cosa más... ¿podrías no decirle al menos por un tiempo a la señora?? -de verdad no quería escenas de celos.
    
    - ¿celos? por qué?
    
    - Es que ella me conoce bien, sabe cuánto me gustan las mujeres embarazadas.
    
    - No se preocupe señor, se guardar muy bien los secretos -dijo con cierta picardía, y como un estúpido yo solo podía mirarle los labios e imaginármelos besando mi pija, y se me debe haber notado mi excitación porque se ruborizó.
    
    A partir de ese día hice todo por disimular mis ganas de cogérmela, pero era más fuerte que yo, todo en forma inconsciente ya que no quería tener ningún tipo de problemas con mi esposa, estaba pasando un momento fenomenal, sentimentalmente hablando. Comencé a volver a casa en horarios infrecuentes, con alguna estúpida excusa, y comenzamos a tener más dialogo, así fue algún día me contó que su novio no quería al bebé y que eso le había traído problemas de pareja.
    
    ¡Qué calentura que tenía!! la beneficiada fue mi mujer, ya que me la empecé a coger nuevamente en cualquier ocasión! Comencé a cogérmela de día en nuestra habitación, para lo cual cerraba la puerta, pero gemía tan alto como podía, y mi mujer gritaba de excitación, creo ...
«123»