1. POR VENGANZA TERMINÉ CON UN MACHO EXTRA.


    Fecha: 17/10/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Estaba ultra furiosa, no podía demostrarlo pero sabía que mi marido con apenas 3 años de casados me era infiel. Pretextos de deportes con amigos que terminaban encamandose con pendejas villeras de a 2 por cada uno y pasándolas unas al otro, orgías de baja estofa por la calidad de putas diría. Tengo 25 años un cuerpo que cuido para que no se dispare de ahí el apodo de "ONA" por lo patONA, tetONA y culONA, rubia bronceada con características de gordita de carnes firmes. Pensé mil maneras de encontrarlo en falta pero todo estaba bien armado y decidí calmarme para no empeorar la situación continua de peleas pero no descarté nunca una venganza. Suegro? Amigo? no yo era desplazada por una "negrita" por ende, debía de buscar alguien de esas características para que si un día se supiera en su mentalidad de soy superior por que tengo dinero se sintiera bien estafado en su condición de macho poderoso. Varias veces los ví rondando cerca de un super gigante cerca de una ruta revolviendo basura y doblando cartones; estaba solo aparentaba unos 10 años mayor que yo (que no lo era) cargando su changuito. Bajé del auto y con un taconeo firme revoleando mi culo me acerqué sonriendo ante su mirada de atónito, ante mi vestido corto y suelto, mis tacos altos, mi cartera puesta frente a mi vagina y le pregunté si podía hacerme un favor que le sería remunerado. Pese a su trabajo no pintaba tan sucio dentro de la pobreza del vestir algo presentable y de sus barbas algo desprolija salió un : usted ...
    ... dirá señora. Fuimos hasta el auto y le pedí que no me tuviera miedo y que previamente debía guardar su changuito bien. Subió y sin disimular trató de corregir su vista a mi rostro cuando se le iban a mis piernas. Ya verás le dije sonriendo- supongo que te va a gustar- . Llegamos a un lado de cercano a la ruta y le pedí a su asombrado rostro que bajara y diera la vuelta hasta mi puerta. Cuando llegó con su mirada ansiosa separé mis piernas recogiendo la falda dejando mi tanga negra a su vista. Tomé la cartera y la abrí dejando una mano adentro y con tono de amenaza le dije. Necesito que me hagas sexo oral, pero si te querés pasar te meto un chumbo. No hay problema mi señora dijo entre incrédulo y ansioso, se arrodilló y sumergió su cara entre mis perfumadas piernas; lo hacía muy bien y con devoción, atrapó labios y clítoris con su boca y se sirvió a gusto de mis jugos que ya eran incontrolables, antes de perder el dominio lo retiré saqué unos buenos pesos y al dárselos noté que había sacado su pija para masturbarse, era casi el doble que la de mi marido en todo, larga y gruesa y era torcida y morena. Perdón- me dijo- no lo pude evitar. Le tiré el dinero y arranqué rápidamente, me bañé recordando esa hermosa chupada de cpncha pero seguía furiosa y era conmigo no podía sacarme esa verga de la cabeza. Había pasado un límite y no tenía nada de culpa por que esa pija me sacaba de toda realidad. Aguanté 2 días y volví al lugar, pero no lo encontré, miraba ansiosa desde el auto y nada ...
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