1. En el interior


    Fecha: 23/06/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... acariciaba sin importarle nada.
    
    Al volver esa noche me invitó a tomar algo en un bar y me hizo vestir un corto vestido de seda sin dejar que usara nada de ropa interior. El Bar estaba solo y el me hizo levantar el vestido y apoyar mis nalgas desnudas en la silla. Sus dedos recorrían mis piernas y yo volaba de deseo. Nunca antes sentí nada como aquello, era una entrega total y me gustaba que me manoseara en público. El mesonero pudo ver mi vagina depilada y se excitó mucho. Miraba disimuladamente desde lejos como era manoseada por José. Eso despertó mi morbo y me expuse para que viera como me tocaba mi hombre. Saber que era mirada me volvió loca de lujuria, quería tirar allí mismo con mi hombre.
    
    José llamó al mesonero y le preguntó qué opinaba sobre mi. El miró mi sexo expuesto y le dijo que era una mujer muy hermosa y divina. Entonces le preguntó si le gustaría hacerme el amor y el rió diciendo que a quien no. Entonces se levanto y le dijo que nos siguiera. José me llevó al baño de hombres, entró en un habitáculo de las pocetas y abrazandome por detrás me levantó colocando sus manos en mis muslos abriendolos. El mesonero miró mi vagina mojada por mis propios fluidos y le dijo que no tenía preservativos, entonces mi amante le dijo que no hacía falta. Oir que deseaba preservativos me gustó, al menos se protegía. El mesonero cerró la puerta y descubrió su sexo. Vi como aquel pene erecto se acercaba, tocaba, y hundía en mi vagina. Me sentí llena y cogida, usada y ...
    ... humillada. El empezó a bombear y sin más tuve un orgasmo muy intenso. El mesonero se animó y comenzó a cogerme con lujuria. Sus embates eran muy profundos y me sentí gozada, disfrutada, y tuve un segundo e intenso orgasmo mientras el se corría impregnando mis entrañas con su semen. Al sacarlo me beso con lujuria y José me pidió que lavara su sexo. Al terminar salimos del baño. Estaba mareada y muy avergonzada, quise ir al baño de damas pero mi hombre no me dejó. Volvimos a la mesa y allí sentí como el semen de aquel desconocido iba saliendo humedeciendo con semen mi vestido. Después de un rato José pago y volvimos caminando al hotel. El semen resbalaba por mis muslos y me sentía excitada y sucia. Al llegar a la habitación nos bañamos y copulamos como locos.
    
    Esa noche José me penetró por detrás, desflorando mi último agujero. Probé por primera vez el sexo anal a los 27 años. Al día siguiente José me vendó los ojos en la habitación y me desnudó manoseandome ricamente. Lubricó muy bien mi ano y acostandome boca arriba sobre el me poseyó por detrás, sentí que alguien se montaba en la cama y otro hombre penetraba mi vagina, me quité la venda y vi un pene oscuro buscando mi boca. Tuve un orgasmo increible y disfruté de tres magníficos penes en mi cuerpo. Esos 10 días con José viví más experiencias eróticas y tuve más orgasmos intensos que los 27 años de mi vida. Al volver seguí como amante de José y pedí viajar, para poder escaparme con el dueño de mi placer. Un año después me separé de ...