1. Ninguno como Felipe


    Fecha: 11/10/2019, Categorías: Hetero Autor: Lilqueen, Fuente: CuentoRelatos

    Hace ya varios meses que estoy siéndole infiel a Alejandro, mi novio, con Felipe, un muchacho de la facultad. Él es de estatura normal a baja (1.68 aproximadamente), de piel trigueñita, cabello oscuro, contextura delgada. En el aspecto físico, sin duda Alejandro le lleva delantera, y ni hablar de su miembro. A pesar de ello, Felipe es la sensación en la facultad, la mayoría de las mujeres están locas por él y es que seguro ha de ser porque con su miembro de tamaño muy común, en el sexo le da tres vueltas a mi hombre y su brutal pene.
    
    Felipe conocía a varios de mis amigos y nos habíamos visto en repetidas ocasiones, incluso unas semanas antes me había pedido mi número telefónico y habíamos hablado un par de veces por whatsapp. Nuestro primer encuentro fue un viernes, entrando de la universidad, me saludó con entusiasmo y me preguntó si pensaba hacer algo al terminar las clases, a lo que yo le respondí que seguramente Alejandro estaría esperándome para ir a almorzar juntos, como acostumbrábamos a hacer todos los viernes. Más que por ser eso verdad, yo quería evitar cualquier encuentro a solas, porque sabía que yo le gustaba y él no me era indiferente. Con algo de desilusión me dijo que esperaba poder invitarme a salir en otra ocasión.
    
    Las siguientes horas estuve en clases, pensando en Felipe. En lo bien que se le veía su camiseta ajustada al cuerpo, en lo perfecta que era su sonrisa y sin duda en su invitación. En menos de lo que pensé la mañana había acabado. Salí del ...
    ... aula de clases y decidí esperar a Alejandro en la cafetería de la universidad, como era habitual. Le envié un mensaje avisándole que estaba allí y contestó luego de unos 10 minutos, que su auto estaba teniendo fallas y tendría que llevarlo al mecánico. De momento me desanimé, porque me hacía ilusión verlo después de una larga semana. Al instante vi que Felipe se acercaba a donde me encontraba yo, los nervios me jugaban una mala pasada. Se sentó frente a mi y me preguntó si estaba esperando a mi novio. Dudé unos minutos, pero finalmente le conté que Alejandro no podría ir. De inmediato me preguntó a dónde quería ir y yo sólo sonreí. Fuimos camino al auto y cuando estábamos allí la tensión iba aumentando. Hablábamos de cosas comunes, las clases, la familia, las amistades... Pero algo me decía que eso no duraría mucho. En cada semáforo Felipe me clavaba sus hermosos ojos y al voltear estaba allí, con su sonrisa perfecta. De repente, no sé si inesperado o no, me dio un largo beso en mis labios, como descargando todo su deseo. Nos miramos y ésta vez fui yo quién volvió a besarlo, haciéndole sentir que también yo lo estaba deseando. El semáforo nuevamente se puso en verde y Felipe volteó la mirada. En adelante, sólo había silencio y pasados un par de minutos colocó su mano en mi pierna, subiéndola lentamente. Yo le tomé la mano y se la metí en mi vagina, para que sintiera lo mojada que estaba, la retiré dejando sólo su mano y puse la mía en su bulto que se sentía bastante duro. Lo ...
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