1. Mi aventura con una CD


    Fecha: 10/10/2019, Categorías: Fetichismo Tabú Transexuales Autor: semen_eater, Fuente: xHamster

    ... un par de plantas y he tenido que recoger y barrer un poco", respondí de una manera más hábil de lo habitual, lo cual pareció convencer a mi mujer.Al finalizar la llamada mi amante exclamó con impaciencia: "Deja de hablar y córrete en mi boca" dijo mientras la abría y dirigía mi extenuado y rígido miembro hacia ella. En ese momento cuando no podía soportar más el placer emití un alarido muy corto y contenido al que siguió un potente chorro de esperma que impactó en su ojo, cubriendo toda la pestaña postiza. Lejos de preocuparse, ella seguía gimiendo y sonriendo con satisfacción, pidiendo más. El segundo chorro sí acertó a entrar en su boca, también impregnando su mejilla. Mientras me convulsionaba, una copiosa tercera eyaculación también acertaba a entrar en su boca, mientras las siguientes impactaron en el resto del rostro y en su pelo. Fue una corrida impresionante, después de tanto tiempo de abstinencia. Mientras las últimas gotas brotaban débilmente, ella volvió a presionar mi glande, apoyó sus labios y succionó hasta asegurarse de que capturaba hasta la última gota. Yo, sudoroso y completamente tumbado, incorporé mi cabeza y vi que su ...
    ... rostro estaba completamente salpicado de mi esperma, tan espeso que en su barbilla algunos hilos de semen se quedaban moviéndose de un lado a otro pero sin llegar a caer. Abrió su boca y comenzó a recoger todo el semen de su cara con el dedo y a dirigirlo hacia su boca.En ese momento, algo me obligó a decir: "¡¡quiero que te la tragues!! ¡¡trágate mi leche!!" Ella sonrió como satisfecha por haberme excitado hasta el punto de decir algo así, (que no había dicho a nadie nunca antes y menos a mi mujer) cerró la boca y tragó el viscoso líquido, para luego volver a abrir la boca y mostrarla completamente vacía, con una expresión que demostraba una total satisfacción, como si hubiera querido hacerme todo esto desde hace ya mucho tiempo.Se levantó, yo también, apenas nos dirigimos una palabra, se dirigió a la ducha y yo hacia la puerta de la entrada, subiéndome los pantalones.Llegué a casa intentando poner una expresión natural, aunque todavía descolocado por todo lo que había ocurrido. Me senté de nuevo en el sofá y mi mujer me preguntó: "¿todo bien?". A lo que yo le respondí mirando fijamente a la ventana del piso de nuestros vecinos: "...sí..." 
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