DIA DE CINE III - Relatos Eróticos

DIA DE CINE III

... María dijo. Yo tengo bastantes habitaciones y por mi lo veo bien y Ana respondió por mi lo veo bien Amo. Podremos remontar esa amistad que se perdió poco a poco. Y venos como antes más tiempo. Bueno pues dicho todo esto que os parece si vamos a cenar. -Y eso Amo exclamo Isabel. -El Domingo tu madre Ana y María harán un año que nos conocimos, y os quiero llevar a cenar a un sitio sobrio. -Amo dijo Ana mi ropa es un poco normal para ir a un sitio sobrio Bueno os doy una hora para que os cambies yo os esperare en el restaurante iré a cambiarme la dirección es esta, en una hora os quiero ver allí eso si vestidas como mis sumisas que sois. -Si Amo respondieron todas. Salimos de casa de María y fuimos cada uno a nuestra casa. Sobre hora y cuarto Apareció María vestía un vestido corto color negro de manga larga, cuello redondo y cierre por el costado y zapatos negros. Diez minutos después aparecieron Ana, Isabel y Amparo. Ana llevaba vestido negro corto de encaje con un cuello forma v y muy escotado llegando a ver hasta el ombligo sin sujetador y zapatos negros. Isabel iba vestida camisa de manga larga con botones y mini falda de gasa y zapatos negros. Y para terminar Amparo iva con vestido corto color azul y unos zapatos plateados. Todo el restaurante se quedó mirándolas a las cuatro, las mujeres sorprendidas los hombres envidiosos, los camareros habituados a mis apariciones ocasionales y a mis generosas propinas me recibieron con al hijo prodigo que vuelve a casa. don. , a ...

... ellas siempre con el máximo respeto como si fuesen unas damas, al fin y al cabo el único que las utiliza era yo, aunque vayan hechas unas zorras exijo el tratamiento de dama. Me gusta ver la cara de envidia de ciertas damas que después de años de buena educación se aburren con sus maridos, mientras mis zorras acompañantes eran tratadas con sumo respeto por todo el personal del conocido restaurante mientras tras orden mía ellas separaban sus piernas para escándalo de los habituales y disfrute de los camareros encantados con mis visitas, sus vestidos hacían que más de un plato estuviese a punto de aterrizar entre sus piernas, comimos como señores. El menú fue: De primero pedí filloas rellenas de queso y Bacon bastante buenas, pero para que estuvieran perfectas, el Bacon debería estar más hecho y crujiente. De segundo opte por el bacalao, la verdad es que una buena elección con un sabor muy agradable y bien cocinado. Bebidas y postres dentro de la normalidad. Buena relación calidad/precio en un restaurante muy bien decorado. El personal muy servicial y agradable. Y ya podíamos irnos a jugar, antes los camareros me desearon volver a verme pronto con una sonrisa que anunciaba su intención de ver más mujeres semidesnudas paseándose por el aburrido restaurante, me despide anunciándoles que volvería pronto. Fuimos a casa María, y ellas entraron primero y se llevaron una sorpresa fue enorme María había dejado la puerta del jardín abierta y el perro salió a recibirlas se quedaron ...