1. Los zapatos rojos de taco aguja


    Fecha: 05/10/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Esa tarde le había ofrecido a mi mujercita la posibilidad de ir a hacer algunas compras al shopping. Anita aceptó encantada y me comentó que había visto unos zapatos muy bonitos en un local. Me confesó además que estaba muy caliente y con muchas ganas de coger… pero no conmigo, sino con un perfecto extraño.Llegamos casi a la hora en que comenzaban a cerrar los locales. Anita eligió una zapatería, donde se veía a un joven empleado, solo, sin clientes.Le pidió al joven unos zapatos rojos de taco aguja que se exhibían en la vidriera y luego se sentó en una banqueta, separando sus muslos, para dejar ver su tanga de seda negra, que apenas cubría su pubis depilado…El chico se arrodilló frente a mi esposa con los zapatos en la mano. Debía estar seguramente apreciando la vista de la tanga mojada de Ana, ya que ella se la ponía casi al alcance de la nariz. Yo sabía que ella ya se había humedecido bastante durante la caminata, pensando en el polvo que se iba a echar esa tarde.Con mucha cara de aburrido, comenté que salía a ver otra vidriera y salí del local; pero me quedé observando la escena desde afuera. Anita observó seguramente el bulto ya considerable que tenía ese pibe dentro de sus pantalones y le sonrió con picardía, guiñándole un ojo.El flaco ya no se aguantó más y fue acariciando los muslos de ella. Pude escuchar claramente que le comentaba, que si su marido no estuviese esperándola afuera, él podría enseñarle lo que es coger…Ana pareció sorprenderse por la reacción tan ...
    ... rápida y atrevida de ese chico. Entonces le comentó:“Cuando él regrese, vamos a la trastienda y ahí te dejo que me cojas…”Entonces decidí que era el momento de volver a entrar, ya que la cara viciosa de mi mujercita me decía que su calentura ya no podía más.Ana se puso de pie y me comentó que iría a la trastienda con ese pibe. Lo tomó por la mano y lo guió hasta el fondo del local. El pibe me sonrió, pidiendo que cerrara la puerta y colgara el cartel de “cerrado”. Así lo hice y luego me uní a ellos.El pibe le estaba comiendo la boca a mi mujercita y ella le deslizaba su delicada mano por la entrepierna abultada. Las manos inquietas del flaco abrieron a toda velocidad los botones de la blusa de Ana y sus tetas aparecieron a la vista, ya que no llevaba sostén.Los labios del pibe fueron descendiendo por el cuello de Ana, hasta llegar a los pezones bien erectos. Allí se dedicó a lamerlos, mientras sus manos libres luchaban por desprenderse de sus pantalones. Enseguida tironeó la breve falda de mi esposa y la dejó vestida solo con esa tanga negra de seda y las sandalias de taco alto.Ana se acuclilló y tomó esa verga de tamaño considerable entre sus labios. Después de unas pocas lamidas, la pija comenzó a crecer dentro de la delicada boca de mi mujercita.Cuando sintió que esa verga estaba cerca de explotar, el chico hizo tumbar boca arriba a Anita en el suelo y completamente desnudo se puso sobre ella, acariciándole el cuello suavemente con pequeños mordiscos que hacían que mi sensual ...
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