1. Mi hija no me dejaba masturbarme 2 (final)


    Fecha: 03/10/2019, Categorías: Masturbación Autor: cunegundo, Fuente: CuentoRelatos

    Al día siguiente sentía que lo que estaba sucediendo no me gustaba nada.
    
    Por la tarde me crucé con un chico y no recuerdo que pasó, pero este se puso a increparme por no sé qué asunto. Quizás porque le empujé ligeramente sin darme cuenta. Laura venía en ese momento y se puso a correr como una loba enfurecida y a dar empujones a gritar. ¡Vaya escándalo! Llegó a darle golpes y la verdad es que afortunadamente el chico se quedó quieto.
    
    La bronca de la calle me decidió a marcharme de ahí.
    
    De vuelta a Madrid hice las gestiones necesarias para el divorcio con mí todavía mujer María y luego para alquilar un piso a mi hija.
    
    Luego me llamaba por teléfono.
    
    ―No me hagas esto.
    
    ―No queda más remedio. Esa locura no podía continuar.
    
    ―Papa. Déjame estar contigo, aunque no nos acostemos.
    
    ―No. No está bien lo que hacemos.
    
    El día de su boda no tardó en llegar. Finalmente, su novio se había decidido a casarse. Asistí por un lado aliviado. Pero por otro dolido porque el divorcio con mi mujer se estaba llevando acabo. Mi hija estaba allí en el altar vestida de novia. Yo no quería recordar que meses atrás la había estado tocando. No sé qué impulso desesperado me llevó a acercarme a María, mi todavía esposa y decirle al oído:
    
    ―Hazme una mamada.
    
    María se quedó mirándome con ganas de saltar a mi cuello.
    
    ―¿Pero qué me estás diciendo?
    
    Durante la cena vi a mi hija acercarse a su madre y hablarla al oído. El rostro de María se volvió menos tenso y me miró con ...
    ... tristeza. Creo que Laura le había contado lo que hicimos en la playa.
    
    Semanas después recibí una llamada telefónica.
    
    ―¡Hola!
    
    ―¡Hola hija!
    
    ―Quiero verte
    
    ―Aquí me tienes.
    
    ―Me refiero en privado
    
    ―No
    
    ―¿Qué te parece quedar conmigo en un local nocturno? Aparezco bonita y elegante. Nos sentamos en un rincón oscuro y nos besamos.
    
    ―¿Delante de todos?
    
    ―Sí.
    
    ―No. No quiero
    
    La conversación terminó ahí.
    
    No volví a ver a mi hija hasta el verano siguiente. Esta vez no fui al apartamento de la playa sino al norte de España. Y además muy bien acompañado. Iba con Leticia una chica de 20 años, atractiva igual que mi Laura. Mi vida era tranquila con ella. Paseábamos juntos por esos verdes campos, cogidos de la mano o con mi mano en su cintura y la de ella en mi culo.
    
    Una noche fuimos a un pueblo de los alrededores y nos metimos en un local con mucha marcha. Después nos sentamos fuera a tomar alguna consumición. Justo a dos mesas, estaba sentada mi hija con su marido. Hacía como si no nos hubiese visto. Leticia como era habitual estaba coqueteando con un chico amigo suyo con el que se acababa de encontrar. Laura le miraba sin piedad. Sabía que Leticia me era infiel de vez en cuando y que no era capaz de sujetarse. La verdad es que la dejaba hacer porque confiaba mucho en ella.
    
    La noche siguiente nos encontramos dentro del mismo local tomando unas copas. Leticia efectivamente estaba coqueteando con unos amigos. De pronto me pareció ver a mi hija dirigiéndose a ...
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