1. Felizmente sumisa


    Fecha: 01/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Urawan, Fuente: CuentoRelatos

    Soy una muchacha del campo, la segunda de ocho hijos, vivimos del trabajo de mi padre que es jornalero y de lo que nosotros ayudamos en labores domésticas en casas de la población, sí bien somos pobres vivimos felices con lo que tenemos que básicamente es AMOR.
    
    Un día don Jacinto, guapo caballero de unos 45 años, dueño de una gran hacienda donde labora mi papá le dice que necesita una chica de suma confianza para que trabaje como empleada doméstica en su casa en la capital y que le pagará $350 al mes más todos los beneficios de ley. Mi padre nos comenta la situación y yo como estaba cansada de tanta estreches y como en el campo no se puede progresar peor si se es mujer por lo que nuestra única alternativa es casarnos y tener una pila de hijos y yo buscaba más que eso, le dijo a mi padre que puedo irme a trabajar sin problema y que en la capital puedo ser más útil ya que puedo enviar dinero para el sustento de la familia, mi madre a regaña dientes aceptó, es así que un día parto junto con don Jacinto y su familia. Su esposa es una señora del extranjero muy bonita y con lindo cuerpo, tienen tres hijos dos varones y una mujer que es la mayor de 14, 16 y 20 años respectivamente.
    
    Yo estaba muy contenta ya que nunca en mi vida había salido de mi lugar natal, la ciudad me gustó mucho, rápidamente hice amistad con otras chicas de barrio que trabajaban como yo. El día domingo tenía libre y salíamos con ellas para pasear en un gran parque de la capital, mis amigas ya tenían sus ...
    ... enamorados, yo tenía algunos pretendientes pero por mi modo de ser muy tímida a ninguno le di chance pese a los consejos de mis amigas que me ligue con uno que estaba muy interesado en ser mi enamorado.
    
    La señora de la casa me enseñó lo que debía hacer que básicamente era la limpieza diaria de la casa entre otras labores como el lavado y planchado de la ropa, había otra mujer de mi misma población quien preparaba los alimentos y un jardinero que cuidaba los extensos jardines pero únicamente yo vivía en la casa.
    
    Los meses pasaron sin problemas, la familia me trataba muy bien especialmente don Jacinto que me siempre estaba pendiente de mí, me veía con ojos de lujuria y deseo, como se dice comúnmente me desnudaba con la mirada tanto que en ocasiones me sentía muy incómoda pero nunca dije nada ya que de ahí no paso pero de cuando en cuando que estábamos solos me hacía preguntas como si tengo novio con quien me he besado por supuesto que yo le contestaba que nunca lo he tenido ni me he besado y manoseado con hombre alguno, parece que mi respuesta le gustó mucho, también me abrazaba con calidez, me acariciaba, en más de una vez llevó sus manos a mis nalgas, una vez me abrazó por detrás fuertemente pese a que no me parecía correcto nunca se lo impedí, sentí su picha erecta en mis nalgas, sus manos llegaron a mis senos, eso me puso excitada como nunca lo había estado, esa sensación me gustó mucho por lo que deje que lo haga, mientras me decía lo linda que soy y como nadie me lo ...
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