1. Mi mujer y su amiga


    Fecha: 23/06/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Tahotlo, Fuente: CuentoRelatos

    Mi mujer tiene una amiga desde la juventud, (es su mejor amiga), no está casada y tengo que decir que es más bella que mi mujer.
    
    Casi siempre la encuentro en casa al volver de la oficina y me encanta verlas hablar y reír (la amistad es muy importante).
    
    Raquel (así se llama la amiga) trabaja en un banco, mi mujer es artista y trabaja en casa, sus cuadros “son fantásticos”, entre las obras que tiene en casa hay dos donde Raquel posa desnuda, desde que la vi en los cuadros, mi fantasía es follármela; a veces entro en el estudio de golpe y sin avisar, esperando encontrarla desnuda posando, pero nunca la he “cazado” en pelota.
    
    A veces se le hace tarde viendo la tele en casa y se queda a dormir; el cuarto de invitados está junto al nuestro. Los días en que se queda, me encanta hacer el amor con mi mujer (que jadea como una loca) porque me excita mucho saber que Raquel oye los gemidos y el traqueteo de la cama.
    
    Olga (mi mujer) es rubia natural (como yo), Raquel es de piel clara y tiene el pelo negro intenso (su coño se ve igualmente negro en los cuadros).
    
    ¡Ya sueño con saborear su coño!, viendo la tele nos sentamos los tres en el sofá, yo en el centro y ellas dos una a cada lado; Raquel es de esas mujeres a las que les gusta el contacto físico, se pega mucho a mi viendo la tele, cuando siento su olor y noto uno de sus pechos rozando mi brazo fantaseo despierto, entonces me empalmo bajo las enagüillas.
    
    Un día regresé más temprano y Raquel estaba llorando mientras ...
    ... hablaba con mi esposa me acerqué y dije:
    
    -¿Qué te pasa Raquel?
    
    -¡Que sólo conozco hombres que son unos burros y aprovechados!, ¡que siempre me engañan!, ¿es que no hay más hombres formales como tú? -dijo sin dejar de llorar.
    
    Le guiñé un ojo de forma cómplice a Olga y abracé a Raquel y la besé en la mejilla mientras le dije:
    
    -Raquel, ¡seguro que encuentras alguno que sea formal!, mientras tanto esta es tu casa.
    
    -Enrique ¿verdad que tú también quieres a Raquel y que aquí puede sentirse querida por los dos? -dijo Olga encantadora.
    
    -Por supuesto -dije.
    
    -Gracias a los dos -dijo Raquel a la vez que se abrazaba a mí con fuerza y apretaba la cabeza en mi hombro, (yo noté mi pene empalmado al chocar con su bajo vientre).
    
    Esa noche pusieron en la tele una película romántica muy buena y Raquel estuvo toda la velada ladeada sobre mí, con su mano sobre mi muslo; mi mujer me dijo al oído en un descanso de la peli que le diera cariño, que la quería mucho.
    
    Viendo la película arropados con las enagüillas de la mesa de camilla la mano de Raquel se deslizó del muslo y tocó el pijama encima de mi pene “empalmado”; al notar “el bulto” retiró la mano dejándola sobre el muslo y suspirando, al poco tiempo deslizó un poco la mano apoyándola en mi pene, estuvo así un buen rato, después “lo apretó” a la vez que suspiraba, entonces mi mujer le dijo:
    
    -¿Estás más tranquila Raquel?
    
    -Si Olga, aquí con vosotros me siento, ¡tan bien! -dijo Raquel a la vez que apretaba más mi ...
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