MI DEBILIDAD: LOS TAXISTAS. - Relatos Eróticos

MI DEBILIDAD: LOS TAXISTAS.

Hola, mi nombre es Jesús, tengo 30 años, mido 1.80, de complexión gruesa, no gordo. Vivo en Santa Marta, Colombia, y esto que les contaré sucedió hace unos 15 días. Una noche salí a cenar con una amiga pues teníamos asuntos pendientes que tratar. Al finalizar la acompañé hasta su casa, hablamos otro rato en la terraza y luego pedí un taxi para irme a la mía. Use una aplicación móvil y de entrada pude ver el nombre y foto del conductor. No me llamo mucho la atención pero a esa hora y por ese sector es complicado encontrar servicios, así que no puse reparos. Cuando finalmente llegó el vehículo, me di cuenta de que tenía todos los vidrios oscuros, a lo que tampoco le di mente. Siempre suelo viajar en el asiento del copiloto y cuando me monté grata fue mi sorpresa porque el chofer no era el que salía en la aplicación sino un muchacho más joven. Le pregunté que por qué no era el quién salía en la aplicación, a lo que respondió que ese celular era del cuñado y que se lo había prestado esa noche. Cuando escuché “cuñado” me desanimé un poco, pero no perdí la esperanza. Él es full delgado, aproximadamente 1. 70 de estatura, cara y nariz fileña, ese día vestía un suéter negro, zapatos converse y jeans ajustados y rotos; alcanzaba a ver algo de sus piernas velludas. No pude evitar mirarlo desde que me monté y no habíamos recorrido ni siquiera tres cuadras cuando él se dió cuenta y me pregunto: te gusta? Yo le respondí: me gusta qué? Él me dijo: lo que estás mirando. Su paquete se veía ...

... interesante y eso era lo que me tenía embobado. Sin vacilar le dije que si me gustaba y de una me preguntó que si quería mamarsela. Yo no corto ni perezoso le dije que si. En seguida comenzó a desabrocharse el pantalón y pude tener en mis manos su trozo de carne. Estaba dormida así que le dije que la parara. Me contestó: ese es tu trabajo putita. Llegó a la entrada de la Quinta de San Pedro Alejandrino y allí se parqueo. Apagó la luces del vehículo, cubrió con una toalla las del tablero y me dijo: aquí estamos seguros. Siempre me parqueo acá a esperar que me caigan servicios por el GPS. Se acomodó, se bajó un poco el pantalón, me tomó por la cabeza y me hizo bajar. De una me metió su trozo de carne en la boca. Olía a macho, esa mezcla de sudor y orines que tanto arrecha. Fue creciendo poco a poco y al final tenía 20’cms de carne deliciosa en mi boca. Me la tragué toda y eso lo excitó full, me decía que era una puta tragona, que era una perra bandida. Estando en esas llego una ambulancia y se parqueó al lado. Por esa razón tuvimos que movernos. Pensé que hasta allí llegaría todo, pero no, el ya tenía en mente otro sitio. Cuando llegamos me dijo: espera busco porno en el celular, así me llego más rápido. Le pregunté qué si estaba muy arrecho y me dijo: es que mi mujer está embarazada y no hemos podido culiar y no me gusta buscar mujeres en la calle. pero a mi me estaba haciendo su mujer. Puso su video, yo comencé a chupar nuevamente, le hacia garganta profunda, él solo gemía ...