1. Conociendo a mi primito


    Fecha: 15/06/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Había caído dormido de cansancio tras el largo viaje, de todas las formas que pudieron levantarme jamás me esperé que lo hiciese mi primito (a quien recién había conocido) haciéndome sexo oral, de nuestro encuentro la noche que llegamos recuerdo que lo confundí por una niña… y como no hacerlo con aquel cuerpo delgado, lampiño y esbelto, tan delicado, tan femenino, su cabello llegaba a su pecho y sus rasgos faciales eran indistinguibles de los de cualquier niña de su edad. Por instinto, al sentir la estimulación en mi glande, lleve mi mano a su cabeza y comencé a acariciarle, aun sin estar consciente de la situación. Él se congelo de inmediato, abrí mis ojos que se encontraron con los suyos llenos de pánico, le sonreí y me recosté acariciando su cabeza de nuevo, indicándole que continuara, me miró aliviado y confuso pero obedeció. Él estaba desnudo, sentía su piel algo fría y húmeda contra mi cadera (probablemente acababa de ducharse), lo observé mientras él seguía con sus labios ocupa en mi polla, desde ese ángulo no podía ver su entrepierna; parecía completamente una niña… y una muy guapa, entregada con entusiasmo a darme placer, ya mi pene estaba completamente erecto y él tenía problemas para seguir chupándolo como antes. -Bebé… -No recordaba su nombre pero pareció agradarle que lo llamara así; al escucharme levanto su cabeza, sus mejillas se tornaban rojas y sonrió, aun con unos hilos de saliva conectando sus labios con mi polla- déjame devolverte el favor. Se recostó en ...
    ... el borde de la cama y yo me arrodillé frene a él, por fin pude ver su pene, era ridículamente pequeño incluso para alguien de su edad, Acerqué dos de mis dedos para intentar masturbarlo pero él me detuvo. -N-no me gusta que me toquen ahí…–Su cara se tornó completamente roja mientras se abría de piernas y posaba uno de sus dedos junto a su entrada- mejor hazlo… aquí. -Sí que eres todo una niña, una princesita –le sonreí. El, apenado, me esquivo la mirada mientras soltó una risita que se convirtió en suspiro al sentir el contacto de mi lengua humedeciendo su entrada. Dejó caer su espalda sobre la cama y subió sus piernas para facilitarme seguir comiendo su rosado agujero, quizá fuese porque recién se había duchado, pero su culito tenía un olor muy erótico, me sentía en un trance con mi lengua en su interior. Comenzó a acariciar mi cabeza como yo había hecho con la suya mientras, sin mucha dificultar, empecé a meter y sacar uno de mis dedos en su interior haciendo que soltara suaves y profundos gemidos, quería dilatarlo bien para que pudiera recibir mi polla sin problemas, conforme él estuvo más cómodo metí un segundo dedo y aumente el ritmo haciendo sus gemidos más fuertes, con dificultad metí un tercer dedo, él se llevó una mano a la boca y con la otra jugaba con sus pezones. Me levanté para intentar penetrarlo pero él me pidió que me recostara en la cama, así lo hice, se sentó sobre mí y unimos nuestros labios en un largo beso mientras el mismo tomó mi polla con sus delicadas ...
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