1. La esposa de mi hermano


    Fecha: 24/09/2019, Categorías: Incesto Autor: iccs, Fuente: SexoSinTabues

    Me llamo Alejandro de 26 años. Soy alto (1.82 mt), delgado y la naturaleza me dotó de un buen miembro de 9 pulgadas y gruesa. Tengo un medio hermano (solo de papá), que vive en la ciudad. Yo soy como dicen la oveja negra de la familia, no tengo trabajo, fui casado y divorciado para mi corta edad. Me gusta la parranda y beber con mis amigos me encanta. Además tengo tatuajes en varias partes del cuerpo, lo cual me ha causado problemas con mis padres y hermanos. Y por cuestiones de buscar trabajo, tuve que visitarlo, casi no lo veo. Solo sé que tiene una esposa muy hermosa, ya madurita, pero tiene unas piernas y muslos increibles, además se sabe vestir muy sexy, además tiene un trasero redondo y grande. Almorcé con ellos y me invitó a quedarme en lugar de pagar hotel. Pensé que era casualidad, pero las veces que voltee a ver su esposa que llamaré Karla me estaba viendo y me sonrió de forma rara. No le tomé importancia. Pero durante la comida le hice un par de cumplidos a mi hermano, por la mujer que tenía a su lado, que se conservaba tan linda como hace muchos años. Karla me dijo que me podía acompañar a algunas entrevistas de trabajo que tenía que hacer. Al otro día, me levanté temprano para las entrevistas, esa noche me jalé la pija pensando en Karla, tremenda hembra. Karla sacó el auto y la vi, llevaba una falda negra pegada a su cuerpo, no tan corta, pero las medias negras la hacian lucir como una modelo o actriz. Le tiré varios piropos. Ella me pidió que manejara, ella se ...
    ... sentó a mi lado. Durante el recorrido, charlamos de varios temas, pero siempre le tiraba yo lo hermosa que se conservaba y los hombres que tendría locos por ella. -ayy no, como crees, yo soy casada y amo a tu hermano- me decía, pero cada vez con menos seguridad. Luego de un par de entrevistas fallidas. Almorzamos en el camino. El restaurante estada lleno, asi que nos sentamos en una mesa para dos, muy pegados, tanto que a veces chocabamos las rodillas el uno con el otro. Alli fue donde con una mano le toqué las piernas, con el pretexto de sentir la tela de sus medias, ella se sintió incomoda, pero conforme lo hacía, ya no dijo nada. Los toques se volvieron caricias. Pero, -que haces?, si eres un chaval apenas- y me retiró la mano. -perdoname por favor, me dejé llevar, es que eres tan hermosa y un cuerpo de angel, que quise soñar un poco- le dije Eso pareció caerle muy bien. En el auto igual, con pretextos, le tocaba las piernas, ella me retiró la mano en dos ocasiones, en la tecerera me dijo -eres intratable, qué quieres hacerme?, recuerda que soy la esposa de tu hermano- me dijo ya molesta. Sin embargo no me retiró la mano, yo la dejé en su rodilla. Segui manejando, y mi mano la fui subiendo hasta llegar al limite de la falda negra que usaba. Para mi sorpresa, ella abrió las piernas. Metí mi mano y estuve en su entrepierna a escasos centimetros de su panty. La miré, ella me miró y luego me sonrió, eso era un si sin hablar. Mis dedos tocaron su panty sobre su rajita, tenía un ...
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