1. La dulce Vicky 10.


    Fecha: 21/09/2019, Categorías: Incesto Autor: porqueria15, Fuente: SexoSinTabues

    La escena de la sala de Samy no podía ser más evidente, en el sillón de uno, se encontraba sentado mi papi con los pantalones y calzoncillos abajo, con su verga morcillona, limpia aunque con una gotita de semen aun por caer de la punta, Samy de pie a la par de él completamente desnuda pero aun con sus calcetitas y sus zapatitos de charol negros, mostrando su torso blanquito con sus dos diminutos peoncitos, toda colorada, tanto que casi no se le notaban sus pecas, y yo de rodillas con mi manito sobre el pene de mi papa, aun con mi blusa del colegio, mis calcetas y mis zapatitos, pero totalmente desnuda de la cintura para abajo, y desde el punto de vista de la persona que entro, con total visión de mi blanco culito. - Claro que si usted lo permite, Señor Mendoza – repitió la voz que había realizado el ofrecimiento. A estas alturas ya lo habíamos reconocido. - ¡Juan! – exclamo Samy – ¿cómo entro?. - No se preocupe señorita Rosas, tenemos llave de todo el residencial – decía Juan mientras se desabrochaba el pantalón. Había sido el a quien había notado yo en la ventana minutos atrás, de plano que había presenciado todo el candente acto mamatorio que habíamos desplegado Samy y yo en la verga de mi papito. - ¿Qué dice entonces Señor Mendoza? – repitió Juan, solo que ahora estaba con los pantalones abajo y mostraba una erección en todo su esplendor, no era tan gruesa como la de mi papito, pero si tenía un cabezón muy chato, y el tono del tronco era muy oscuro, a pesar de que Juan no ...
    ... era Negro si no indígena. Sin embargo, su tolete se miraba muy apetecible, mis ojos no dejaban de verlo y entonces voltee a ver a mi papito, que también había notado mi curiosidad. - ¿tú qué opinas mi princesa? ¿Te gustaría probar el juguete de Juan? – me dijo mi papito con una sonrisa muy linda, como si me invitara a probar un juego nuevo. - Si papi, si quiero – le dije. Juan no tuvo que oír más, se terminó de sacar el pantalón quedándose en calcetines y la playera color negro de su uniforme de guardia, se acercó rápidamente a nosotros quedando a la par mía, yo me voltee hacia él y pude entonces apreciar más de cerca su verga, repito no tan grueso como la de mi papi, pero si se miraba apetecible, con ese tono entre café y café obscuro. La alcance con mi manita y la apreté, Juan solo alcanzo a emitir un suspiro, y acto seguido abrí mi boquita para cubrir con mis labios el cabezón del tolete de Juan, empecé a succionarlo, y lo acariciaba con mi legua, en todo el cabezón, lo ensalive bastante y luego intente tragármelo, al ser más delgado que el de mi papi, pude meterme más de la mitad del pilin, Juan solo torcía los ojos, empuñando las manos, creo que no se atrevía a tocarme o ponerme una mano encima, así que cuando sentí unos dedos hurgándome en mi conchita, sabía que eran de mi papito, el cual estaba introduciendo ya dos dedos en mi cuquita que estaba bien mojada, no solo por la dedeada de ahorita, sino también por la mamada que le había dado a mi papito. A todo esto, Samy ...
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