1. Contra el silencio, violencia cómplice de la piel


    Fecha: 20/09/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo1, Fuente: CuentoRelatos

    Daisuke acaba de correrse, pintando sus jadeantes secuelas en la fibra de bambú humedecida en la funda de almohada cuando el dedo de Ken lo rodea nuevamente y luego ese se desliza hacia adentro antes de que Daisuke pueda hacer algo más que sacudidas, un ruido inarticulado cae de sus labios abiertos y flojos.
    
    - Shh -. La otra mano de Ken presiona entre los omóplatos de su chico, a medio camino entre acariciar y restringir. El dedo en el interior de Daisuke empuja más profundo, más profundo ahora que él se rompió emocionalmente hacia Ken, piensa en lo que su amado debe estar sintiendo en este momento, está más flojo para ser follado, pero no tan flojo para que la intrusión de un solo dedo hace que intente estar a la altura de las circunstancias; piensa que Ken se ha adentrado en su interior, mojado y abriendo camino para ese dedo lento y palpitante; piensa en el calor febril que se eleva de su piel, lo enrojece de color rosa, lo abrasa profundamente, irradia todo el camino hacia donde Ken lo está follando lo vuelve a follar con ese magnético dedo en el que sabe que poco a poco va a perder la razón. No puede controlar su lengua lo suficiente como para hacer un nombre, el nombre de Ken. Lo que sale es, de nuevo, solo ruido, quejido y suave.
    
    Y desesperado. Muy desesperado, sus caderas se doblan, la suave polla se arrastra por su propio charco. Sus muñecas se sacuden contra los puños, las cadenas garabatean contra la madera de la cabecera y él quiere disculparse, necesita ...
    ... disculparse, lo sabe, pero acaba de correrse y Ken lo está desarmando, lenta, metódicamente, con toda la maldad, deleitada alegría que trae a su actuación.
    
    - Estamos bien -. Dice Ken en voz baja, profundo rugido de terciopelo que se abre paso a lo largo de los nervios de Daisuke como Ken frota dentro de él. Profundo, muy profundo.
    
    - Estás bien. Puedes tomar esto. Vas a soportar esto por mí, ¿sí? -. El dedo huesudo de Ken se encuentra casi esponjoso dentro de Daisuke y lo que era bueno, al borde de demasiado, se convierte en insoportable pero de muy buena manera, Daisuke empuja su cara más profundamente en la almohada, retorciéndose, gritando... Pero soportandolo. Porque Ken quiere que lo haga.
    
    - Me encantas ahora, debajo de mi estómago y yo encima de tu espalda, adentrandome muy dentro, te ves fuerte, atlético, me encantas, te amo, demasiado -. Dice susurrandole y a la misma vez soplandole en el oído, de una forma serena y calmada, como si estuvieran sentados en un patio durante un par de horas.
    
    Así fue como comenzó la noche en la que Daisuke recuerda vagamente; un dulce y unos perros que descansaban alrededor de sus pies, coqueteando en busca de sobras.
    
    " - No puedo follarte toda la noche. Pero hay más de una forma de follar". El toque de la nariz de Ken detrás de la oreja de Daisuke es impactante, como lo es el sobrecalentamiento de su aliento al temblar, la piel ya está caliente. -
    
    Y tú... Puedes correrte toda la noche, amor, Sé que puedes. Así que te voy a ...
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