1. DESCUBRIENDO A TITA


    Fecha: 16/09/2019, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    DESCUBRIENDO A TITA………..Seudónimo EROTICAT ó MAPMAKER
    
    Arrastré a Memo a la recámara; a duras penas pude llevarlo hasta el lecho donde lo acomodé para que durmiera, estaba en completo estado de embriaguez; procedí a despojarlo de sus ropas; al tratar de quitarle los jeans me percaté que no llevaba ropa interior….me ruboricé…avergonzado, vacilé…pero continué retirándoselos para ponerle un pantaloncito…entonces vi algo que me dejó asombrado, algo que cambio mi vida.
    
    Un pubis completamente depilado con un miembro gordo, grueso, circuncidado, de unas cinco pulgadas de largo descansaba entre sus piernas… quedé hipnotizado; nunca había visto un pene tan cerca, los que alguna vez pude ver de soslayo eran los de mis compañeros del colegio y cuando lo hacía la turbación y la vergüenza se apoderaban de mí debido a que el mío era diferente; mi miembro en estado flácido se perdía en los pliegues de la piel y cuando estaba erecto medía aproximadamente un centímetro, daba la apariencia de un pezón, esta condición me acomplejaba, me inhibía, me sentía un ser anormal, siempre evite ir a paseos o al baño con mis compañeros…toda mi niñez y parte de mi juventud representó para mí un periodo traumático.
    
    De manera instintiva fui acercando mi mano a aquel pedazo de carne; una sensación enervante se apoderó de mí. Lo tomé con mis manos, sentí sus latidos y el aumento de su tamaño…temeroso lo solté y miré la cara de Memo pero no observé ninguna reacción… sus ronquidos inundaban la ...
    ... habitación. El deseo ardiente de ver ese pene erecto, de poseerlo, de sentirme penetrado por él me invadió por completo; mis tetillas se erizaron, mi ano se contrajo…me sobrevino una erección….llamé a Memo, lo sacudí, pero no reaccionó; estaba sumido en la inconsciencia de la embriaguez. Tomé una decisión: mi virginidad existiría hasta ese día; metería ese pedazo de carne dentro de mí a como diera lugar.
    
    Mi cuerpo temblaba incontrolablemente mientras me despojaba apresuradamente de mis ropas, rápidamente me dirigí al baño y busqué la ducha que usaba mi madre cuando se quedaba en mi apartamento, nerviosamente la llené de agua con jabón líquido y me introduje la cánula en el ano para llenar mi recto y vaciarlo en el inodoro, repetí esta operación dos veces más para dejar mi intestino completamente limpio; regresé a la habitación; me acerqué al lecho; Memo continuaba con sus ronquidos, acerque mi mano y empecé a acariciarle el miembro; este respondió al estímulo y en poco tiempo dobló su tamaño y grosor mostrando un abultado glande y unas sobresalientes y palpitantes venas.
    
    Mi respiración se hizo entrecortada, sentía la garganta reseca, me incliné acercándome a la acampanada cabeza y sin dudar me la introduje en la boca, empecé a mamarla golosamente mientras acariciaba los gordos testículos; un gusto particular vino a mi paladar al saborear el liquido viscoso que empezó a manar del orificio del pene.
    
    Tomé un tubo de gelatina para el cabello, las manos me temblaban, saqué una ...
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