1. mi primer guebo en un baño público


    Fecha: 16/09/2019, Categorías: Gays Autor: Leinad-22, Fuente: SexoSinTabues

    Desde hace años son un asiduo lector de varias páginas de relatos eróticos, comencé a encontrar satisfacción en los escritos eróticos hace 10 o 12 años aproximadamente, pero hasta ahora no me había motivado a plasmar en líneas mis propias vivencias sexuales, así que aquí voy. En la Actualidad tengo 26 años, blanco, 1.73 de estatura, cabello corto pero no al ras, no soy de cuerpo atlético, más bien soy gordito por así decirlo, tengo panza, 84 kg, de preferencia pasivo pero si la ocasión lo requiere puedo ser versátil o hasta activo, pero si a mi elección está prefiero ser sodomizado. Soy sexualmente activo desde los 17, aunque mis primeras experiencias fueron con mujeres. Depende de lo animado que me vea las iré narrando aunque no en orden cronológico sino más bien en el orden como las vaya recordando. En esta oportunidad contaré una experiencia en un baño público. Descubrí que en los baños públicos se podía conseguir morbo, una paja (darla o recibirla), una mamada y hasta sexo, como a los 18, estaba yo trabajando en un Centro Comercial ubicado en el centro de la ciudad y aunque los locatarios tenían acceso a baños de servicio (de uso exclusivo para el personal que labora en el sitio), siempre era más rápido ir a los aseos públicos, fue allí, estando sentado en la taza (wáter / poceta) que me di cuenta que había orificios en las paredes divisorias de los cubículos justo a la altura de la cintura, por lo que estando sentado quedaba la línea de visión directo a la cintura de ...
    ... quienes entraran a orinar. Mis primeros escarceos fue solo tocar, hasta que sucedió que le cuento a continuación: Eran las 12 del medio día aproximadamente, y ya tenía la rutina de ir a los baños a esa hora puesto que muchas personas iban a la feria del centro comercial para almorzar, y era justo los baños de ese nivel mis preferidos. Me metía en un cubículo y me sentaba a observar cinturas de hombres orinando, así como también veía por las rendijas de la puerta los hombres que descargaban sus vejigas en los urinarios, siempre pasaba el seguro del cubículo y asir evitar que empujaran la puerta, resultó que en esta oportunidad no lo hice por lo cual estando yo sentado en la taza, con mis pantalones puestos ya que solo estaba observando, entra un hombre, pero era EL HOMBRE, alto, como de 1.85, fornido pero no de gym sino de complexión gruesa, barbudo, de piel más obscura que la mía pero sin llegar a ser moreno, al empujar la puerta y verme ahí sentado con los pantalones puestos se detuvo y yo traté de cerrar la puerta, pero al parecer el reaccionó más rápido que yo y me lo impidió metiendo la mano y entrando al cubículo. Entró, cerró la puerta y me puso sus dedos en la boca en señal de que guardara silencio, hizo que me levantara de la taza y me parara con las piernas a cada lado de ella, para acto seguido bajar su cremallera, sacar su guebo (pene) ya más despierto que dormido y comenzó a orinar, yo estaba aún atónito, mi vista iba de su guebo hasta su cara y el solo me observaba, ...
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