1. EL PERVERTIDO


    Fecha: 05/09/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... manojo de cuerdas sobre mis tobillos y ató cada pie a una pata trasera de la mesa. La situación era terriblemente extraña, estaba tumbado sobre una mesa atado de manos y pies a las patas de la mesa , no sabía que pretendía pero empezaba a estar asustado. Decidí que no quería continuar con aquel juego y utilicé mi fuerza para soltarme pero mi sorpresa fue cuando no cedió un solo milímetro ninguna de mis cuerdas que me ataban. Volví a intentar soltarme pero sin éxito, estaba fuertemente atado, es más, empecé a notar un fuerte presión sobre mis manos y pies, me había atado con mucha fuerza. Asustado sin saber que prendía la Señora comencé a pedir y suplicar que me soltará : - Lo siento, no lo haré mas, suélteme por favor. - Suplique una y otra vez. La señora dolores haciendo caso omiso de mis suplicas abrió un cajón y de el saco un objeto que produjo terror, era un cinturón marrón grueso y pesado de piel. No era un cinturón normal de vestir, era demasiado grueso y pesado como para utilizarlo de complemento, era más un instrumento de castigo. Ahora si estaba verdaderamente asustado observando como la señora lo agarraba con su mano enguantada y me miraba fijamente. - Suéltame, me da igual, díselo a quien quieras, no me importa pero suéltame - Me arrepentí del trato que habíamos acordamos un momento antes, prefería que se lo dijese a quien quisiera antes que me azotará con aquel pesado y grueso cinturón. - ¡¡¡ CALLAAAATE ¡¡¡ - . me grito airadamente, - Ahora vas a aprender lo que ...
    ... le sucede a los cerdos pervertidos como tú, te aseguro que vas a aprender la lección - . Me recriminó de forma furiosa. Ahora comprendí que en ningún momento pretendía contárselo a nadie, sino que pretendía castigarme a su manera. Yo pensaba que la había engañado y era justo lo contrario, ella me habia engañado a mí, no deseaba decírselo a nadie si no castigarme ella misma. - Suéltame ahora mismo - La grite airado y de muy malas formas . La señora se acercó al cesto de la ropa sucia en el que hace un momento estaba yo husmeando buscando las braguitas de su hija. Introdujo sus manos enguantadas y sacó unas bragas blancas enormes. Estaba claro que no eran de su hija Carmen, sino que eran de ella, lo noté porque eran de una talla muy grande . Se acercó con las bragas en su mano y comprobé como estaban realmente sucias y desprendían un fuerte olor desagradable. - Abre la boca - Me ordenó. Por supuesto que me negué , cerré la boca y apreté los dientes, pretendía amordazarme con ellas, eso sería realmente humillante. Cerrar la boca no me sirvió de nada, la señora cerró mi nariz con sus dedos enguantados y esperó pacientemente a que abriese la boca, unos segundos más tarde no tuve más remedio que abrir la boca para respirar y fue el momento en que me encontré sus bragas dentro de mi boca y ella presionando con fuerza para que entraran por completo. Estaba exhausto, seguía atenazando mi nariz para asegurarse que abría bien la boca mientras continuaba introduciéndolas en mi boca, las ...
«1234...»