1. Rosina 3


    Fecha: 29/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Me senté en el borde de la cama, mirando ese cuerpito de niña mujer, esa carita inocente, esas tetitas que recién estaban saliendo, su conchita apenas cubierta por una pelusita rubia, sus piernitas delgadas terminadas en unos pequeños y muy bonitos pies, toda una niña, pero lo que la hacía distinta era su fogosidad cuando la tenía metida en la cola, su ano abierto, como me hace disfrutar mi niña. «Sabes que sos tremenda?, como me gustas», le dije acariciando una de sus piernas, «vos me hicistes así», me dijo sonriente, abriendo las piernas para que siga acariciando su conchita. «Me encanta tú conchita», le dije pasando mis dedos y notando que se estaba humedeciendo de nuevo. La miré y le empecé a besar su estómago, pasando mi lengua por su ombligo, bajando hasta sentir sus casi transparentes bellos por mis labios, la. seguí besando y me iba acomodando entre sus piernas, que ella misma iba abriendo, ofreciéndome su conchita a mi boca. Se la empecé a besar, a pasar mi lengua buscando su clítoris, Rosina empezó a gemir, a mover su cuerpito en la cama, moviendo sus piernas, «como me gusta que me chupes la concha», me dijo en voz baja, acariciando mi cabeza y yo seguía chupando y lambiendo su cada vez mas mojada conchita. Así como estaba con sus piernas en alto, me metí un dedo en la boca, humedeciendolo con saliva y sin dejar de chupar su conchita se lo empiezo a meter en la cola, entrando sin dificultad ninguna por lo abierto que está. Sus gemidos eran cada vez más fuertes, me ...
    ... arrodille entre sus piernas y le empecé a pasar mi pija por su concha, ella me miraba gimiendo y suspirando fuerte, no nos decíamos nada, solo nos miramos mientras le acomodaba la pija contra su concha, haciendo fuerza y sintiendo como le entraba, hasta que llegó un lugar que ya no seguía, «sigue, desvirgame, hazme tuya», me dijo, dando un quejido de dolor cuando haciendo un poco mas de fuerza, siento como si algo dentro de ella se rompe y mi pija se desliza toda dentro de su conchita. Ella me miraba con los ojos llenos de lágrimas y una hermosa sonrisa en sus labios, con sus piernas bien abiertas y conmigo totalmente dentro de ella. «Te quiero», me dijo con un suspiro, yo empecé a mover mi pija dentro de su conchita, caliente, apretadita. La agarré de sus piernas y empecé a sacar y meter mi pija abriendo de a poco su conchita. Rosina gemia, suspiraba. En eso suena. el celular de Rosi, era su madre. Enseguida le saqué la pija de su concha para que hable tranquila. «Me dijo mi mamá que el domingo tengo que estar en casa», me dijo después de hablar unos minutos con su madre. Yo estaba nervioso, fue. como si su madre me hubiera descubierto cogiendo a su hija. Mi pija estaba sucia de sangre, veía sangre en los labios de la conchita de Rosi, hasta se me había bajado la pija. «Que te pasa mi amor, vamos a seguir cogiendo?», me dijo besando mis labios, subiendo sobre mí, restregando su cuerpito contra el mío, «la llamada de tú madre me puso nervioso», le dije pasando mis manos por su ...
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