1. NUESTRO ENCUENTRO v


    Fecha: 29/08/2019, Categorías: Incesto Autor: XCITANTDLC, Fuente: SexoSinTabues

    Como cada viernes de mes regresábamos del ginecólogo, de la cita mensual; tenía 5 meses de embarazo, mi barriguita redondita, mi cuerpo aun lucia esbelto de espaldas, las caderas se habían ensanchado de un modo precioso, mis tetas habían crecido redondeándose. Me veía aún más bonita de lo que soy, iba apoyada de su brazo con la cabeza recargada en su hombro, caminando lentamente contemplando el paisaje que ofrecía la ciudad en vuelto en el bullicio de los autos, de la gente transitando rápidamente. Por mi mente evocaron en voz alta: gracias Antonio por preocuparte tanto por mí, por cuidar de nosotros, no sé qué habría hecho sin tu apoyo. Siempre dejando tus actividades, procurándonos, estando pendiente, más el me respondió: recuerda que también es mi hijo y aunque es nuestro secreto siempre te apoyare. Le di un beso en la mejilla en forma de agradecimiento, mostrando ternura, su candidez y admiración, él me dijo que me invitaba a comer pero le dije que no quería ir a un lugar público que si le importaba preparáramos algo en casa, me dijo que prepararía la comida, acepte encantada, me sentí mimada, consentida con un trato especial que me hacía falta. comimos, nos sentamos en la sala, me quite los zapatos y comenzó a masajear suavemente mis lindos y blandos, suspiraba quedito disfrutando las caricias que me daba en los pies, me acariciaba la barriguita con ternura y lo miraba dulcemente, con afección, era notorio el placer que me producía con tan agradable masaje. Nos miramos ...
    ... a los ojos, no hubo necesidad de decir nada, se acercó a mí para besar mis mejillas y mi cara, cerré los ojos y suspirando abrí de mis labios, al sentir su boca cerca de la mí, bese sus labios despacio, era tan cálido el afecto que nos mostrábamos en ese beso. Sus manos desabrocharon la blusa mirándome a los ojos, me saco mis redondas y grandes tetas, las acaricio con deleite, apenas cabían en sus manos, gemí dulcemente, las acariciaba, las oprimía suavemente, se inclinó y comenzó a lamerlos, a chuparlos despacio, quedito, suspiraba y gemía, separe un poco las piernas dejándome tocar, sus dedos llegaron a mi entrepierna, gemía y jadeaba cada vez más profundo e intensamente, se puso de pie frente a mí y le desabroche los pantalones, el me miraba con deseo y lujuria, Valery mira como me tienes, tú lo provocas hermanita ¿te gusta mi Valery? ¿Te gusta mi verga? asentí, me humedecía los labios con la punta de la lengua, miraba con admiración su tranca erecta, dura, parada y bien rasurada, el tomo su verga y la paso por mi cara, por mis labios jugosos y húmedos, abría la boca para tragarla, pero él jugaba y solo me la frotaba. Mis manos tomaron su verga, la recorrieron de arriba abajo, desde la cabeza hasta los huevos, acariciándole todo el tronco a lo largo, lengüetee suavemente la cabeza sin dejar de mirarlo amorosamente, tiernamente, pero con un brillo diferente en los ojos. Abrí la boca y me la metí para empezar a mamar, abría mi boca en forma de “o” para engullirme aquel trozo ...
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