1. Dany y su profesor de geografía


    Fecha: 27/08/2019, Categorías: Hetero Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... y murmuró: -Está bien, señor Abaroa…
    
    -Mañana a las cinco de la tarde, Aguirre. Podés retirarte.
    
    -Sí… sí, señor Abaroa… -musitó el chico y abandonó la sala con el corazón brincándole dentro del pecho mientras el profesor se frotaba las manos, entusiasmado. –El pajarito ya está en la jaula… -se dijo.
    
    Dany, mientras tanto, pasó todo ese día angustiado pensando en esa cita con el profesor. No sabía nada de él y se preguntó si sería casado. ¿Vivirá con alguien o solo? Ay, si vive solo me va a tener a su disposición, porque seguro que me hace ir a su casa para… -y el miedo detuvo su pensamiento. -¿Y si no voy? –se planteó. –¿Si me aguanto rendir la asignatura? Pero no, porque en el examen me va a aplazar. Este degenerado no va a parar hasta tenerme. -y la sola posibilidad lo estremeció.
    
    Al día siguiente le dijo a su madre que iba a repasar una asignatura a la casa de un compañero y partió al encuentro de lo que el destino quisiera depararle. Previamente se había duchado y mientras el agua tibia bañaba su cuerpo desnudo sintió algo extraño y perturbador. Estaba excitado y movido por un impulso oscuro comenzó a acariciarse. Las manos descendían lentamente por el pecho hasta que sus dedos dieron con las tetillas y se entretuvieron allí jugando con los pezoncitos, de inmediato erizados y duros mientras de su boca brotaban gemidos.
    
    La imagen del profesor Abaroa invadió su mente y permaneció allí, dominando sus pensamientos en tanto las manos descendían por las caderas y ...
    ... las rodeaban en busca de las nalgas. Los gemidos arreciaban y le resultaba extremadamente excitante la tibia caricia del agua. La excitación era cada vez más intensa y tuvo que arrodillarse cuando sus piernas flaquearon. Se imaginó al señor Abaroa acariciándolo y cayó en varios y sucesivos estremecimientos mientras con la mano derecha se buscaba el orificio anal. Cuando lo tanteó con el dedo índice tuvo que detenerse, presa de un miedo intenso.
    
    ¡¿Qué me pasa?! –se preguntó aterrorizado y aunque conocía la respuesta trató de borrarla de su mente.
    
    Muy nervioso llamó por el portero eléctrico al apartamento A del octavo piso de ese edificio en el barrio de Caballito y tembló al escuchar la voz de su profesor de geografía.
    
    -Ya bajo a abrirte, lindo…
    
    El profesor bajó y apenas abrió la puerta y apenas el chico hubo entrado le estampó un sonoro beso en la mejilla.
    
    -Qué gusto tenerte acá, Aguirre.
    
    -Gracias, se… señor… -murmuró Dany y se dejó llevar del brazo hasta el ascensor. La mano del profesor oprimía su brazo y esa fuerza la sintió el jovencito como una especia de cadena que lo sujetaba indefectiblemente a la voluntad de ese hombre. Deseo que una vez arriba hubiera alguien, pero no había nadie.
    
    Dany dejó su mochila en una de las sillas que rodeaban la mesa del living y al darse vuelta se encontró con la mirada del profesor que lo recorría de arriba abajo una y otra vez.
    
    Acostumbraba vestir ropa amplia para disimular sus formas casi femeninas y esa tarde ...