1. Sexo, Servicio Extra


    Fecha: 25/08/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: jorgecampos, Fuente: RelatosEróticos

    Sexo, servicio extra
    
    Les voy a platicar de esta experiencia que para mi fue grandiosa.
    
    Además de mi trabajo en una empresa de publicidad, algunas veces trabajo los fines de semana de mesero o de Barman en algunas fiestas privadas para sacar un dinero extra. En ésta ocasión me contrataron para preparar bebidas en una fiesta particular. Era una noche de mucho calor y celebraban el cumpleaños de una de las muchachas de aquella casa. La reunión era de solo mujeres. La pequeña barra estaba cerca de la piscina y ahí estuve haciendo todo tipo de bebidas mientras admiraba disimuladamente a las invitadas bañándose en la alberca. Especialmente a una chica que tenía un cuerpazo tremendo. Era una morena de estatura mediana, con unas tetas bien paraditas y de buen tamaño como a mí me gustan. Y sus buenas caderas era el entorno perfecto de sus buenas nalgotas. Las tenía bien paraditas la condenada y según escuché la chica venía de Colombia a pasar el verano acá en México. De inmediato mi pinga se alborotaba al verla salir del agua y acercarse conmigo a la barra a pedirme alguna bebida. Creo que ella notó cómo me gustaba porque me di cuenta que me miraba de vez en cuando desde el agua. Su bikini de dos piezas era blanco la pieza de arriba cubriéndole muy poco de sus buenotas tetas que se le salían por los lados, y la parte de abajo era una tanguita negra como hilo dental que solo le tapaba su rajita.
    
    Todas las muchachas eran de unos 22 a 25 años, y casi todas muy guapas, pero la ...
    ... que a mí me enderezaba el pito con solo de verla era esta hermosa morena.
    
    En una de esas veces se acercó a la barra a pedirme otra bebida.
    
    -¿Está rica el agua?- le pregunté sin poder apartar mucho mi mirada de sus buenas tetas, y de sus pezones que los traía paraditos. Creo que ella notó que quería comérmela con los ojos.
    
    -Rica-, me dijo, -pero no lo suficiente para apagar algunos calores- y al decir esto se metió detrás de la pequeña barrita donde yo estaba para pedirme una servilleta, y que le cargara un poco más de licor a su bebida. Su cercanía me aceleró el corazón y ella se volteó dándome la espalda y dejó caer la servilleta que le acababa de dar y lo hizo tan cerca de mí con la intención de rozarme sus nalgotas con el bulto de mi pene. Y se fue y se metió al agua dejándome bien prendido. Me dejó bien caliente la condenada. Yo casi quería saltar a la piscina para cogérmela en el agua.
    
    Traté de concentrarme y seguir en mi trabajo y la noche siguió entre miradas y bebidas. De vez en cuando me tomaba alguna yo también para calmar el calor que la morena me provocaba. Después de una hora la fiesta terminó y treinta minutos después ya que guardé los utensilios de trabajo salía a la calle para buscar un taxi.
    
    Un carro se aproximó a mí, era la morena de la alberca. Se bajó del auto y platicamos un rato.
    
    -casi no me apartabas la vista de mi culo, ¿te gusta?, me llamo Annet- me dijo entre plática y risa.
    
    -Soy Jorge-, contesté, -es que nunca había visto una ...
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